Se oponen sectores a cambio de nombre de los helados
MORELIA, Mich., 2 de abril de 2012.- La Michoacana, ícono de la industria paletera nacional, se convirtió ya en una nueva víctima colateral del crimen organizado, y por ello recurre a la mercadotecnia para restañar sus heridas y no morir en el intento. Más de siete décadas de tradición están a punto de desaparecer porque, inexorablemente, los consumidores en el extranjero asocian a la principal marca nacional de paletas con las bandas criminales que han dejado una estela de dolor y muerte.Alejandro Andrade, director de La Michoacana, explica a M Semanal que en breve la empresa que dirige cambiará su denominación por La Tocumbita, en alusión a Tocumbo, municipio al que se le atribuye ser la cuna de los grandes paleteros mexicanos. Se crearán franquicias para ciudades de Estados Unidos (EU) como Los Ángeles, Dallas, Houston, Chicago, San Diego y otras para abastecer también los mercados europeos, asiáticos e incluso el de Israel.Esta acción tendrá otras consecuencias: se conocerá qué empresas, inspiradas por la piratería, se denominan La Michoacana en el mercado nacional y extranjero, y cuáles tendrán que cerrar porque no forman parte de la empresa legalmente autorizada para usufructuar el nombre y no poseen las recetas tradicionales. Andrade estima que en todo el país hay 30 mil paleterías con aquel nombre, pero que sólo una tercera parte son de la red original que fue creada por varias familias de Tocumbo.Diputados, empresarios y otros sectores de Michoacán han visto con tristeza y sorpresa que se pretenda cambiar el nombre de esta tradicional empresa, y no comparten la decisión. José Maldonado López, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Morelia (CanacoServytur), consideró que encontrar en el extranjero una paletería con el nombre de La Michoacana es un orgullo para quienes residen en la entidad, porque se trata de establecimientos que difunden una muestra y un estilo de la gastronomía exclusiva de la entidad mexicana.En este sentido, el representante de los empresarios afirmó que quienes han ostentado por años el nombre de La Michoacana deberían continuar utilizándolo ya que, dijo, tiene connotaciones positivas para ayudar a mejorar la imagen del estado.Por su parte, diputados de la Comisión de Industria, Comercio y Servicios del Congreso local calificaron como un error lamentable la decisión de los empresarios michoacanos de cambiar el nombre a la cadena paletera, para evitar la asociación del producto con la mala imagen que se ha dado del estado a causa de la inseguridad.ORÍGENESManuel Samaniego, El Güero, propietario de la paletería El Atorón, una de las cinco que existen en Tocumbo, recordó que a finales de la década de los treinta y principios de los cuarenta del siglo pasado, apareció el primer paletero de Tocumbo: Rafael Malfavón Andrade, conocido como El Garrapato. Él enseñó a algunos jóvenes a elaborar las paletas, entre los que se encontraba uno conocido como El Sardo, quien fue de los primeros que salieron de ese municipio para poner una paletería fuera de la población. Después vino por otros jóvenes para que trabajaran con él hasta que terminó apoyándolos para que ellos también pusieran sus propias paleterías. Así comenzó la cadena que ya se extendió a todo el país y sigue en otras naciones, principalmente en Estados Unidos, Venezuela, Colombia, España y Francia.Al indagar el origen de la marca La Michoacana, comentó que fue en la década de los cincuenta cuando un paletero al que le llamaban El Pinabete —“aquí nos acordamos más de los apodos”— dibujó la guare (mujer en lengua purépecha) a la que le puso La Michoacana y la comenzó a utilizar en su negocio. “Pero fue un joven que estudió mercadotecnia quien se la llevó a Guadalajara y comenzó a explotarla, pero es de todos los de Tocumbo”, mencionó.Son las familias Andrade, Fernández, Barragán, Sánchez, González, Guerrero, Godínez y Malfavón, entre otras de este mismo lugar, las que tienen paleterías con el nombre La Michoacana, algunos en Jalisco, otros en Baja California, en California, en Florida, en Texas y en otros estados de la República Mexicana, donde, además de La Michoacana, existen paleterías como La Flor de Tocumbo, La Fuente y La Flor de Michoacán, entre varios otros nombres.Los primeros paleteros de la región crearon sus propias recetas elaboradas a base de frutas naturales, característica que ha identificado a la cadena paletera desde entonces; hoy en día, los productos contienen un alto porcentaje de fruta, lo cual los hace más deliciosos, según dice la historia corporativa de la empresa.Con la intención de aprovechar el crecimiento de mercado de helados y paletas, la empresa detectó la oportunidad de establecerse en las plazas de las principales ciudades del país, y abrió las primeras sucursales; posteriormente, se extendieron de norte a sur en todo el territorio nacional. El historiador moreliano Arturo Herrera dijo que un hombre llamado Eleuterio Oseguera Mendoza registró la marca de La Michoacana en 1989. Los documentos consultados revelan que después, en 1990, Alejandro Andrade registró el logotipo para esta misma empresa; de esta forma, la imagen corporativa fue creada al menos 50 años después de la creación del negocio. También indicó que no hay precisión histórica del nombre, toda vez que los originarios de Tocumbo, al abrir más paleterías, les dejaban la misma denominación; fue hasta 1989 cuando Eleuterio Oseguera registró la marca. Cito al periodista Sam Quinones, quien refiere que fue en 1965 fue cuando Eleuterio estableció su primera paletería. En la actualidad radica en Monterrey, Nuevo León, donde maneja un gran corporativo, que en 2002 contaba con 200 paleterías, según la referencia bibliográfica.De acuerdo con Herrera Cornejo, el éxito de estas paleterías fue tal desde su creación, que a fines de los años cuarenta se contrata gente de Tocumbo, paisanos y familiares para trabajar en los negocios que iban apareciendo y que derivaron en una gran red con la que se formaron cadenas.Recordó que la nieve llegó de China en tiempos de Marco Polo y pasó al resto del mundo en el siglo XVIII. La primera nevería se estableció cuando no existía refrigeración, por lo que el producto tenía que bajar de los volcanes y prepararse de manera manual.Cuando la nieve llegó a América, precisó, “era un monopolio de la Corona española y se concesionó a los particulares; hay agraciados por la Corona que tienen el privilegio de ser los únicos proveedores, y entonces surgió el clandestinaje y se empezó a vender en los pueblitos. Esto desapareció en 1823, cuando el Congreso Federal decretó que el estanco de la nieve se acababa y que era libre el comercio”.El historiador detalló que en Michoacán el auge se originó en Tocumbo, un pueblo del Valle de Los Reyes que recibió la influencia de la zona de Jalisco, donde había unas paleterías muy famosas denominadas Los Helados Regios. “Por esa cercanía, un tocumbense empezó a hacer nieve por 1930; en Tocumbo había mucha pobreza, y fue cuando un señor, Rafael Malafón, en 1938 puso la primera paletería de Tocumbo. Salía a vender su nieve en cajas de madera, y en recuas de burros la distribuía a las poblaciones cercanas a Tocumbo”.Recordó que fueron los primos Ignacio Alcázar y Agustín Andrade los que salieron de Tocumbo a la Ciudad de México y quienes de manera independiente montaron en los años cuarenta las primeras paleterías.Herrera Cornejo reveló que un personaje importante que coadyuvó en el crecimiento de esta empresa fue Rafael Abarca, quien introdujo los procesos de calidad de la paletería La Michoacana, además de que agregó al producto fruta fresca de la temporada, así como aguas frescas, con lo que se incrementó el éxito de las paleterías de Tocumbo.Todo ello, destacó, ha generado que “Tocumbo sea un pueblo que recibe los beneficios de las paleterías; es el único municipio con todas sus calles pavimentadas. No hay pobreza, y se ha dado el lujo de traer al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, diseñador del Estadio Azteca y de la Basílica de Guadalupe, para hacer la iglesia de Tocumbo; incluso cuenta con un monumento a la paleta”, puntualizó el historiador.LA TOCUMBITAAlejandro Andrade, director general de La Michoacana que cuenta con el logotipo de la muñequita indígena, reveló su decisión de cambiar el nombre de sus casi 50 franquicias en el extranjero (35 en EU, 10 en Honduras y cuatro en El Salvador), por el de La Tocumbita.La mala imagen de Michoacán en el exterior, principalmente en EU, fue el motivo toral de la decisión y explica: “Para EU, La Michoacana no traía mucho arraigo y, al contrario, la gente lo identificaba con las malas noticias que se generaban en el estado; esto, además de no atraer a los clientes, ahuyentaba a los posibles inversionistas”.De ahí la decisión de desligarse del nombre. Además, con la variación de la marca se pretende crear todos los beneficios que tiene una franquicia, entre éstos, recibir los apoyos gubernamentales de los que hasta la fecha, según dijo, se ha carecido. Reconoció también que la falta de unidad entre los paleteros de aquel municipio provocó la piratería y la falta de la defensa de la marca.REPROCHAN DECISIÓNTras conocerse la decisión de cambiar el nombre de La Michoacana, se generó una serie de comentarios en contra de dicha intención. Como un error lamentable consideró el diputado integrante de la Comisión de Industria, Comercio y Servicios del Congreso del estado, Alfonso Martínez Alcázar, la decisión de los empresarios michoacanos de cambiar el nombre a la cadena paletera para evitar la asociación del producto con la mala imagen del estado a causa de la inseguridad. “Hago un llamado a los empresarios dueños de esta empresa y al resto de los empresarios del estado, para que se la sigan jugando por nuestra entidad. No por el hecho de que el producto se llame La Michoacana, alguien de nosotros dejará de comerse una paleta o un helado, por lo que hay que estar con el estado en las buenas y en las malas siempre”, puntualizó el legislador.El diputado panista explicó que, en particular con esta marca, Michoacán le ha dado mucho, y todos en el estado reconocen como buenos los productos que elabora aquella empresa, “por lo que considero un error que se haga el cambio de nombre, ya que aunque se llame La Michoacana o La Tocumbita, yo creo que no se dejarán de consumir estos productos ni aquí ni en China, o en los lugares a donde se vayan a vender”.José Maldonado López, presidente de Canaco Servytur, consideró que encontrar en el extranjero una paletería con el nombre de La Michoacana es un orgullo para quienes residen en la entidad, porque que se trata de establecimientos que difunden una muestra y un estilo de la gastronomía exclusiva de Michoacán. En este sentido, el representante de los empresarios afirmó que quienes han ostentado por años el nombre de paletería deberían continuar utilizándolo, ya que, dijo, tiene connotaciones positivas para ayudar a mejorar la imagen de la entidad.A decir de Maldonado López, empresas como La Michoacana ayudan a contrarrestar la imagen negativa que se tiene de la entidad debido a que los consumidores también reconocen que las empresas que llevan ese nombre promueven un estilo propio para la elaboración de paletas de hielo. “Debemos hablar bien de Michoacán y de Morelia; eso nos va ayudar mucho a que se cambie la percepción de cómo en realidad es la entidad”, resaltó.Sostuvo que no se puede negar que existen eventos violentos en el estado, pero destacó que es un hecho que impera en la mayoría de las entidades del país y que los empresarios no pueden bajar los brazos. “Lo que pasa es que es más fácil percibir las cosas malas que las buenas; entonces, es más factible que a la gente se le queden grabadas las situaciones de riesgo que los aspectos positivos que tiene Michoacán, como son los festivales internaciones de cine, música y todos los atractivos naturales y culturales con los que cuenta”.Bajo estas circunstancias, apuntó, es necesario hacer un doble esfuerzo para mencionar los atractivos que tiene la geografía michoacana. “Necesitamos que la gente del exterior conozca que también en Michoacán pasan cosas buenas; requerimos que los turistas confíen y estén deseosos de regresar”.LA TOCUMBITAAlejandro Andrade, director general de La Michoacana que cuenta con el logotipo de la muñequita indígena, reveló su decisión de cambiar el nombre de sus casi 50 franquicias en el extranjero (35 en EU, 10 en Honduras y cuatro en El Salvador), por el de La Tocumbita.La mala imagen de Michoacán en el exterior, principalmente en EU, fue el motivo toral de la decisión y explica: “Para EU, La Michoacana no traía mucho arraigo y, al contrario, la gente lo identificaba con las malas noticias que se generaban en el estado; esto, además de no atraer a los clientes, ahuyentaba a los posibles inversionistas”.De ahí la decisión de desligarse del nombre. Además, con la variación de la marca se pretende crear todos los beneficios que tiene una franquicia, entre éstos, recibir los apoyos gubernamentales de los que hasta la fecha, según dijo, se ha carecido. Reconoció también que la falta de unidad entre los paleteros de aquel municipio provocó la piratería y la falta de la defensa de la marca.REPROCHAN DECISIÓNTras conocerse la decisión de cambiar el nombre de La Michoacana, se generó una serie de comentarios en contra de dicha intención. Como un error lamentable consideró el diputado integrante de la Comisión de Industria, Comercio y Servicios del Congreso del estado, Alfonso Martínez Alcázar, la decisión de los empresarios michoacanos de cambiar el nombre a la cadena paletera para evitar la asociación del producto con la mala imagen del estado a causa de la inseguridad. “Hago un llamado a los empresarios dueños de esta empresa y al resto de los empresarios del estado, para que se la sigan jugando por nuestra entidad. No por el hecho de que el producto se llame La Michoacana, alguien de nosotros dejará de comerse una paleta o un helado, por lo que hay que estar con el estado en las buenas y en las malas siempre”, puntualizó el legislador.El diputado panista explicó que, en particular con esta marca, Michoacán le ha dado mucho, y todos en el estado reconocen como buenos los productos que elabora aquella empresa, “por lo que considero un error que se haga el cambio de nombre, ya que aunque se llame La Michoacana o La Tocumbita, yo creo que no se dejarán de consumir estos productos ni aquí ni en China, o en los lugares a donde se vayan a vender”.José Maldonado López, presidente de Canaco Servytur, consideró que encontrar en el extranjero una paletería con el nombre de La Michoacana es un orgullo para quienes residen en la entidad, porque que se trata de establecimientos que difunden una muestra y un estilo de la gastronomía exclusiva de Michoacán. En este sentido, el representante de los empresarios afirmó que quienes han ostentado por años el nombre de paletería deberían continuar utilizándolo, ya que, dijo, tiene connotaciones positivas para ayudar a mejorar la imagen de la entidad.A decir de Maldonado López, empresas como La Michoacana ayudan a contrarrestar la imagen negativa que se tiene de la entidad debido a que los consumidores también reconocen que las empresas que llevan ese nombre promueven un estilo propio para la elaboración de paletas de hielo. “Debemos hablar bien de Michoacán y de Morelia; eso nos va ayudar mucho a que se cambie la percepción de cómo en realidad es la entidad”, resaltó.Sostuvo que no se puede negar que existen eventos violentos en el estado, pero destacó que es un hecho que impera en la mayoría de las entidades del país y que los empresarios no pueden bajar los brazos. “Lo que pasa es que es más fácil percibir las cosas malas que las buenas; entonces, es más factible que a la gente se le queden grabadas las situaciones de riesgo que los aspectos positivos que tiene Michoacán, como son los festivales internaciones de cine, música y todos los atractivos naturales y culturales con los que cuenta”.Bajo estas circunstancias, apuntó, es necesario hacer un doble esfuerzo para mencionar los atractivos que tiene la geografía michoacana. “Necesitamos que la gente del exterior conozca que también en Michoacán pasan cosas buenas; requerimos que los turistas confíen y estén deseosos de regresar”.