Remate de reservas petroleras oculta la reforma: Camacho Solís
MORELIA, Mich., 13 de diciembre de 2013.- El Gobierno Federal operó la reforma energética de manera engañosa y su aprobación fue tramposa, va en contra de la voluntad popular y aprovecha la debilidad del estado, señaló el senador de la República, Manuel Camacho Solís.
En entrevista con la cadena estadounidense CNN en Español, el también ex jefe de gobierno de la ciudad de México y ex precandidato presidencial destacó que la unidad verdad del discurso oficial es que no se pretende la venta de Pemex.
Para el senador, “lo que se está poniendo a disposición del mercado mundial son las reservas de petróleo y gas que valen mucho más que toda la inversión”, lo que vale mucho más que toda la inversión en Petróleos Mexicanos.
Camacho Solís refiere que la apertura es total, pues quitaron las prohibiciones y regulaciones fundamentales que impuso el presidente Lázaro Cárdenas del Río al expropiar la industria en el ya lejano 1937: “la de los contratos, que abre cualquier posibilidad, abren la palabra licencias. (Con ellas) abrieron todo: no están vendiendo Pemex, ni un tornillo, porque no habría comprador interesado ya que la empresa opera con número rojos”, precisa el senador.
Adicionalmente, en la entrevista, Camacho Solís criticó acremente el momento que escogió la administración de Peña Nieto para la reforma, pues se “avala la inversión privada en el sector energético cuando no hay una institución capaz de regular nada en el país”.
“No estamos a favor de que Petróleos Mexicanos se abra con un estado debilitado. Cómo con una democracia tan debilitada, vamos a hacer frente a una reforma. La reforma política tampoco ayuda en nada. Nadie cree en ella de la gente del gobierno”, dijo.
“La única manera posible es con un reequilibramiento para que la pluralidad y todo el mundo estuviera vigilante. Somos un país que había tenido muchos eventos, crisis, corrupción, oportunidades perdidas, la inestabilidad que provocaría, en vez de ayudar, sería contraproducente”, dijo.
El legislador aseveró que “todas las encuestas que he visto muestran que el 66 por ciento de la gente común rechaza la reforma”. Sin embargo, la gente ya no expresa su descontento porque las movilizaciones magisteriales “que generaron una especie de anticuerpos, la protesta se desgastó, y éstos (los gobernantes) se aprovecharon para satanizarlas”.
En opinión del legislador de la izquierda obradorista señala que “la pregunta es por qué la gente no ha salido a las calles a protestar. La división lleva tiempo: la izquierda está hecha pedazos, no hay dirección política en un proceso de esa naturaleza. La discusión es tal y las noticias de ocho columnas son el Metro, un nuevo aeropuerto, a desviar. No hay manera que la gente se entere”, afirmó.