Participación ciudadana, importante en asuntos públicos: IEM
MORELIA, Mich., 22 de marzo de 2011.- La participación ciudadana es importante no solamente en las elecciones sino en los asuntos públicos de la comunidad, porque al participar dejamos de ser meros observadores o súbditos de las decisiones de otros y contribuimos a que las cosas cambien. Así lo aseguró María de los Ángeles Llanderal Zaragoza, consejera presidenta del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), al dictar la conferencia “Participación ciudadana. Factor de la democracia en México”, en el marco de las XIV Jornadas Académicas de la Facultad de Derecho de la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ) en esta capital. Ante directivos, docentes y estudiantes de Derecho reunidos en el Auditorio del Edificio “B”, Llanderal Zaragoza subrayó la trascendencia del tema en vísperas de las elecciones locales, cuya jornada comicial se realizará el domingo 13 de noviembre, y expuso que “participar significa tomar parte de algo que nos corresponde, ejercer un derecho, es involucrarnos en todo lo que nos concierne”. La consejera invitó a los jóvenes a participar en las elecciones pero también en los asuntos públicos, “es necesario aportar y tomar parte en los asuntos que a todos nos atañen”. Señaló que ciertamente no tenemos la costumbre de participar o a veces no sabemos cómo hacerlo, por eso es que se requiere de una cultura cívica que ayude a formar ciudadanía. Esta cultura es la que hará la diferencia que nos convenga a todos. A veces, agregó, nos distraemos más en la solución de problemas individuales o familiares y se nos olvida que si participamos en la resolución de problemas sociales eso ayudará a resolver de fondo los demás. Destacó que nos quejamos de corrupción, de inseguridad, de la distribución de la riqueza, pero hay qué preguntarnos qué hacemos para cambiarlo. En seguida, dio a conocer que en las elecciones locales de 2007 Michoacán registró el más bajo nivel de participación en su historia, con un 48.9 por ciento, aunque no fue algo privativo de la entidad. En dichos comicios el sector menos participativo fue el de los jóvenes de entre 21 y 30 años. Luego de una encuesta realizada en 2008 para saber por qué no se mantuvo la participación ciudadana, refirió, la gente dio como principales respuestas el no creer en las instituciones, en los partidos políticos y el pensar que nada cambia con su voto. Sin embargo, la consejera ejemplificó que los cambios sí se pueden lograr, como cuando la mujer logró el derecho al sufragio en un momento que se creía que ella debería dedicarse a las tareas del hogar, y la creación de órganos electorales autónomos para que no sean los propios órdenes de gobierno los que organicen y califiquen las elecciones. Participar, abundó, ayuda a cambiar lo que no nos gusta, a definir quienes deberán atender las demandas ciudadanas y a corregir errores de lo que funciona mal, mediante la rendición de cuentas. Añadió que hay muchas formas de participar, por ejemplo con el voto, informándose sobre los partidos, los candidatos y sus propuestas; ocupando cargos de representación popular; en órganos electorales, en los 117 Consejos Municipales y Distritales que se instalan, o en las más de 6 mil casillas que se instalarán para el proceso, o en los partidos políticos. Además de lo electoral, manifestó, se puede participar en las organizaciones de la sociedad civil, ejerciendo el derecho de acceso a la información, denunciando, opinando y proporcionando soluciones en los asuntos que nos interesan a todos. Finalmente, Llanderal Zaragoza señaló que si el argumento es no participar porque supuestamente no va a pasar nada, menos va a pasar si no se participa.