Visiones y percepciones/Etelberto Cruz Loeza
Visiones y percepciones…LAS REALIDADES QUE VIVIMOS
Etelberto Cruz Loeza
Tal parece que no entendemos la realidad que vivimos y vivimos una realidad tan diferente, tan diversa a la realidad virtual de los Medios y de la política y, cosa curiosa, somos la misma gente y en el mismo suelo y respiramos el mismo aire. Muestra de que somos, tan diferentes, como diferentes y, como complemento, tan desiguales.
Pareciera que cada grupo social trae su propio mundo y su circunstancia:
1° La realidad política. Los políticos con el suyo en donde se habla de millones de pesos de inversión, de creciente seguridad social, de eficaz combate a la delincuencia y de un presente claro, seguro; de un futuro brillante y con un horizonte mejor; de una aceptación social apabullante y de un proselitismo extraordinario; de unos partidos políticos en constante contacto con la sociedad y una representación fuerte, entusiasta y de una democracia con instituciones fuertes, sólidas y con vigorosa vida, cuando la realidad es otra y es lacerante.
2° Los Medios. Tienen su propio mundo, ya que son tratados como empresas y publican lo que les pagan los interesados en informar y difundir sus productos, aunque estos sean una mentira que se contrapone con la realidad. La publicidad comercial y la propaganda política consideran que todo es cuestión del mensaje, de la idea que, tanto política como comercialmente, debe llegar dentro de un mensaje-idea fuerza para que sea comprado el producto, aunque sirva para maldita la cosa. ¿Quiere ejemplos? Con gusto: Vicente Fox Quesada, el Chapo Guzmán, Kate del Castillo y cualquier producto que se anuncie por la televisión, la radio y los medios electrónicos. Entre más se anuncie, cuantitativamente, menos, cualitativamente, certeza, solidez, efectividad, etc., tiene.
3° La realidad virtual: las redes sociales, en la cual se sube al cyberespacio cualquier tontería– hacen a un lado la diversidad de pensamiento, y obligan virtualmente al pensamiento único – como en la Edad Media hasta fines del siglo XX y del desarrollo de la ciencia y de las libertades, derechos humanos y garantías individuales -, y anula la capacidad de pensamiento y lucidez de quienes piensan diferente a los sembradores y seguidores de las redes sociales - con la seguridad de que será tomada como veraz, pues para ellos son verdadesabsolutas, aunque sea una mentira y no se pueda comprobar, contando con la multiplicación aritmética=exponencial instantánea y casi de hecho, gratuita, comprobando que en cuestiones de comunicación, no importa si lo que se difunde sea o no sea cierto: lo que cuenta es el daño que hace y se cae en la imposibilidad de repáralo en tiempos críticos, comprobando los aforismos de la moral política: Lo que importa es el fin. No los medios. Olvidando que las buenas noticias… ¡También son noticias! Ciertamente estamos en un mundo, época y país de libertades y con pleno ejercicio de la democracia, pues, incluso la existencia de los mensajes de estas redes sociales son un ejemplo de libertades y de libertades y democracia, pero no de veracidad ni de certeza, ni de naturalidad, ni de imparcialidad, ni de independencia y objetividad.
Ejemplo: la convocatoria a la marcha para solicitar la renuncia de Enrique Peña Nietro a la presidencia de la República. Los datos sobre la cantidad que aceptó la convocatoria y marcharon oscilan entre 1,500 y 4,000=2,750, en promedio.
4° La realidad. Que es fría, cierta, está y es imposible cubrir con cualquier cobija, por más elástica que sea:Tenemos una crisis de la democracia representativa, donde se evidencia la falta de las instituciones –públicas y sociales -, con presencia y fortaleza y con total y visible, así como sensible, falta de liderazgos, en la que no se muestra que vivamos plenamente, y sí relativamente, en un estado de Derecho, una generalizada crisis político social por la acelerada pérdida de la “calidad de la política”, que se acentúa por la obstinada=permanente presencia de la corrupción<=impunidad que descompone la moral pública, que es el cumplimiento de la legalidad=cumplimiento de la ley y de una concentración de la riqueza que es muy desigual y desequilibrada, en donde los muchos –un 85%-90% reciben lo poco – un 15% de la riqueza producida y los pocos, un 10%-15% - reciben el 85%-90% de la riqueza producida y circulante; en donde la clase Media se está adelgazando y engordando la franja de pobres e incrementando la franjas de pobres y miserables y concentrando los deciles de los inmensamente ricos. Nuestro moneda rebaso la barrera psicológica de los 20 pesos por un dólar, la alta burocracia tiene salarios ofensivos para un país de miserables y, para finalizar, nos distraen con hechos, propuestas risibles, repetitivos que caen dentro de las distracciones políticas para gastar el tiempo y ser ociosos, como la propuesta de debatir el informe de gobierno, cuando la Constitución y el encaje legal establece su glosa por los órganos competentes - Auditoría Superior de Michoacán o del estado de que se trate o de la Federación - y que los congresos locales – y el de la Unión, igualmente, tienen la facultad-atribución de solicitar la presencia de los secretario de Estado o cabezas de sector para que amplíe-ilumine-precise los datos contenidos en el informe respetivo.
Por otro lado, y como complemento, hay palabras en boca del Ejecutivo Federal, que significan hechos, que deben cuidarse, como “Poner la casa en orden, era el objetivo” y que sugieren preguntas: ¿Está la casa en paz? Si está, ¿entonces por qué no se nota? ¿Y la creciente y sensible inseguridad? Y si el desorden es administrativo=financiero, ¿los culpables? ¿Se actuará en contra de ellos? ¿Quiénes son los responsables y los culpables? ¿Las causas se atendieron y resolvieron?
El estado, Michoacán, tiene viabilidad… ¡Claro que la tiene, pero depende de una serie de circunstancias, entre ellas, que los dirigentes políticos de la democracia representativa sean congruentes con el momento y la circunstancia que se vive y fortalezcan a las instituciones, cumpliendo con su deber=responsabilidad!: el Estado de Derecho: cumplimiento de la legalidad, a la que están obligados, como los primeros ciudadanos, a cumplirla.
¿Qué se ganaría con un debate? Nada, salvo distraer, perderse de la real realidad, evitar reflexionar y gastar el tiempo.
Casi todos se olvidan que se debe cumplir una moral pública: el cumplimiento de la ley y para cumplirla se deben tener instituciones fuertes y protagonistas de la vida política fuertes, veraces, honestos, con voluntad de servir, no de servirse: líderes fuertes, apoyados en la ley, no en los Medios.