Visiones y percepciones/Etelberto Cruz Loeza
Ayer martes 8 del presente mes de noviembre – aunque por sus modalidades se presentan electores que votan anticipadamente, que votan en ultramar y por correo - poco más de 150 millones de electores norteamericanos habrán acudido, en los 50 estados de la llamada Unión Americana -, a las runas para elegir a su presidente entre los candidatos del partido Republicano, Donald Trump – de 70 años -; del partido Demócrata, Hillary Clinton - 69 años -; del partido Libertario, Gary Johnson -63 años - y del partido Verde, Jill Stein – 66 años -, pero tradicional e históricamente, la lucha es entre los dos grandes partidos: el Republicano y el Demócrata.
Se ha gastado mucha saliva y tinta, así como tiempo en las pantallas de la televisión y de la radio para sostener y vaticinar, quién ganará; En realidad, es un muy difícil y es un poco fácil pronosticar y perfilar al nombre del triunfador; difícil y fácil por el sistema indirecto electoral. Por un lado, no es declarado triunfador el candidato con la mayor cantidad de votos recibidos, si no el candidato triunfador en los estados con mayor valor de sus representantes electorales – les llaman Compromisarios - en el llamado Colegio Electoral, pues cada estado de los 50 que lo forman, tiene un determinado valor-cantidad de compromisarios-delegados-espacios y todos ellos se colocarán del lado en que fue mayoritaria la votación: O Republicano o Demócrata – salvo Maine y Nebraska tienen un sistema de representación proporcional -. Hay-están estados con muchos compromisarios-delegados-espacios en el Colegio Electoral, como California -55 - , Texas – 38 - y New York – 29 y Alaska – 3, Montana – 3 -. El candidato con por lo menos 270 (que es la mitad más uno de los 538 compromisarios-delegados-espacios) compromisarios-delegados-espacios ganados por las votaciones de cada estado, es declarado triunfador y presidente electo. Difícilmente habría un empate, acaso cuantitativo, en votos en las urnas, pero no lo habría en compromisarios-delegados-espacios en el colegio electoral, por el peso de cada uno de los estados. Por esto es un poco difícil.
Pero es un “poco” fácil por el perfil de cada uno de los candidatos, de las ideas-fuerza-mensajes movidos en la campaña.
Y si nos apoyamos en esto (aun contando cuatro situaciones: una, que en toda sociedad existen todos los tipos y gustos; el chiste, el quid del asunto, es despertar la fuerza que los podría mover y así como nosotros tenemos a un Félix Salgado Macedonio, un Vicente Fox y un Andrés Manuel López Obrador que despiertan pasiones y son aves de tempestades, así ellos, ahora, tuvieron a Donald Trump que despertó al Tío Tom, al Vaquero, al Gigolo Americano, al Patton que todos los norteamericanos – con su afán conquistador-misógino, segregacionista, belicista, racista, pendenciero, etc. - llevan dentro; la otra, la temida sombra de los callados, de los silenciosos, de los abstencionistas, de los mudos que teniendo voz y voto, no lo usan; tercera, si la complementamos con lo dudoso del valor predictivo de las encuestas y cuarta, que Dolad Trump no tiene el respaldo real, abierto, cierto de la dirigencia de su partido político; con todo y eso, el candidato del partido Republicano Donald Trump fue electo – directa e indirectamente - presidente de los Estados Unidos de Norte América, el número 45.
¿Habrá sido, y será, lo mejor para todos? Todos se equivocaron, nos equivocamos particularmente las encuestas.
Sucedió exactamente lo mismo que en Inglaterra: ganó el Brexit, inesperadamente, inéditamente.
Mas se presentará una dificultad muy seria, muy determinante para la vida institucional de los Estados Unidos: ¿Donald Trump cambiará su discurso?
Una cosa es ser candidato y otra es ser presidente de la nación más poderosa del mundo
Como un resultado paralelo a esta elección, se abrirá el camino para la legalización de la siembra, producción, venta y comercialización de la mariguana, pues en 5 estados, de 9, esta condición estará a votación y muy seguramente en California dirán que SÍ.
Igualmente la conformación de los órganos legislativos – Cámara de Representantes - en poder de los Republicanos (tendrá una nueva configuración y es muy posible que haya nueva cara partidista, lo que favorecería a la electa presidenta) y Senado – dominado po los Demócratas, que confirmaría su configuración partidista, lo que facilitaría, de inicio, el trabajo Ejecutivo de Donald Trump.
Curiosamente, si hubiera triunfadora Hillary Clinton, 5 mujeres estarán en la cima del poder político y financiero mundial: Ángela Merkel, primera ministra de Alemania; Theresa May, primera ministra de Inglaterra; Janet Yelen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional e Hillary Clinton, presidenta de los Estados Unidos.
Otra curiosidad, tal vez ahora se revalore la acción del encuentro entre nuestro presidente y Donald Trump, que en su momento generó muchas críticas negativas para Enrique Peña Nieto.
Un resultado sorprendente que muestra esta elección es la división que tiene la sociedad de Estados Unidos y el enorme miedo al terrorismo y que hablaron los silenciosos y los conservadores.