Uso de razón/Pablo Hiriart
Educación toca más interés políticos que el petróleo
Pablo Hiriart
Los resultados del informe PISA en materia educativa no pueden ser peores para México: somos los últimos de la OCDE en ciencia, comprensión de lectura y matemáticas.
Encima de esos resultados dolorosos para el país y su futuro, está la indolencia de grupos políticos al exigir derogación de la reforma educativa, porque toca sus intereses
Lucran con el atraso y la ignorancia de los demás, y exigen que esa situación se perpetúe.
Lo que quedó de manifiesto con los resultados de la prueba PISA es que nuestro modelo educativo no sirve.
Por eso es necesario cambiarlo y hay que empezar por lo primero: que los maestros den clases, que los ascensos se concursen y que las plazas se cubran por méritos académicos y no sindicales.
Mientras se daban a conocer los detalles escandalosos del informe PISA, los maestros de la CNTE de Michoacán se fueron a la huelga en demanda de la derogación de la reforma educativa.
Y en Oaxaca los maestros, también de la CNTE, obligaban al nuevo gobernador Alejandro Murat a encabezar una “mesa de negociación” para echar abajo la reforma educativa en esa entidad.
Es una vergüenza que ante los resultados obtenidos por nuestros alumnos a nivel internacional, esos grupos políticos pongan en jaque a gobiernos estatales porque no quieren ser evaluados.
Nada hay que negociar con los que luchan para vender las plazas, que los ascensos se consigan por méritos sindicales como bloquear carreteras o robar camiones.
Gobiernos estatales no han entendido que el futuro los niños de su tierra está liquidado mientras ellos no hagan cumplir la reforma educativa, y le pongan mesas de diálogo a una partida de barbajanes.
Es incorrecto que les den espacio a los saboteadores de la niñez mexicana para diálogos eternos e insolubles, y no apliquen la reforma educativa en su fase más elemental.
No se pueden cambiar los contenidos del material académico para los educandos si los profesores no se presentan en las aulas.
Lo que están haciendo los miembros de la CNTE es condenar a los niños a una vida de pobreza, pues nunca se van a poder superar con esos niveles paupérrimos de conocimientos.
Es criminal lo que hace la CNTE en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, los estados peor evaluados y que presentan el peor índice de competitividad en el país.
Gobernadores hacen como que aplican la reforma educativa y le dan la vuelta.
Mientras la Federación metió a la cárcel al líder de la sección 22, se le pagó íntegro su sueldo mientras estaba preso: 497 mil 099 pesos (El Financiero, miércoles 7-12).
¿Cómo le pagan si no estaba dando clases, pues se hallaba en el reclusorio?
¿Y cuánto gana el angelito si cobró esos 497 mil pesos por tres meses, julio, agosto y septiembre?
Ahí está la madre de nuestras desgracias. Consienten a los saboteadores de la reforma educativa, y además se les da nivel de interlocutores políticos a los que condenan a la niñez a un futuro de salario mínimo.