Teléfono rojo/José Ureña
· Moreira: diputado por el PRI, con el PRI o contra el PRI
· Promete superar resistencias y ganar con voto popular
· Ochoa trata de blindar a su partido de las infiltraciones
Esta tarde se reunirán los consejeros priístas.
Pero los a distancia, desde Cuernavaca, habrá dos ojos y dos oídos con información en tiempo real para saber qué determinan los integrantes del Consejo Político Nacional (CPN).
Son los de Humberto Moreira Valdez.
El ex presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene una actitud retadora y, dado su carácter norteño, no es previsible ningún cambio de actitud y mucho menos verlo doblegado.
Es parte de su convicción:
Tras su intempestiva destitución en diciembre de 2011, se mantuvo en el ostracismo y se exilió voluntariamente en España, aunque luego fue acusado de utilizar recursos de procedencia ilícita.
Superó ese segundo proceso.
El anterior había sido la acusación del gobierno de Felipe Calderón y la instrucción a la ex procuradora Marisela Morales de consignarlo por el el supuesto desvío de recursos públicos como gobernador de Coahuila.
No encontraron elementos –versión suya-, pero la Procuraduría General de la República (PGR) tardó en exonerarlo por un endeudamiento indebido cercano a los 36 mil millones de pesos al estado.
-No me han comprobado nada –dice a quienes lo visitan en su retiro de Cuernavaca- y nadie me va a detener.
POR EL VOTO, NO POR DEDAZO
Humberto Moreira Valdez no es un hombre acabado.
Lo muestra con su disposición de enfrentar las resistencias, locales y nacionales, para aspirar a un cargo de elección en natal Coahuila y continuar con su carrera política a largo plazo.
He aquí su plan:
Originalmente pretendía ser candidato a presidente municipal de Saltillo por segunda ocasión, pero declinó porque es un período corto –menor a dos años- y desde el Congreso local puede labrar un futuro de largo alcance.
La búsqueda de una diputación estatal será de mayoría –“no de palomeo”, dice- porque pretende demostrar su popularidad a seis años de haber abandonado el gobierno del estado.
Y en las elecciones de 2018 intentará imponerse una vez más a su propio partido.
En su momento determinará: diputado federal o senador de la república “y siempre de mayoría, nada de listas ni de cuotas”, para trascender hasta el próximo sexenio al margen del partido gobernante.
-¿Por el PRI?
-Por el PRI, con el PRI o contra el PRI.
El sabrá si sus encuestas son confiables: solo tiene 85 por ciento de aceptación y con su partido cae cinco puntos, y con el apoyo de partidos locales y contra el PRI ganaría con facilidad en un distrito local de Saltillo.
INFILTRACIÓN DELINCUENCIAL
1.- El tema central priísta de hoy estará en dos aspectos: el Plan Nacional de Elecciones 2016-2017, a ver si contiene algo nuevo y cómo burlar las infiltraciones del crimen.
De las primeras decisiones dependerá la suerte del partido de Enrique Ochoa en Coahuila, estado de México y Nayarit.
Y en cuando a la influencia delincuencial, dice la convocatoria, se actuará ante “el uso de recursos de procedencia ilícita”.
El punto 4.4 no habla tanto de democracia o postulación de los mejor preparados, sino de la “modalidad de exámenes y se mandata respetar la doble dimensión de la paridad de género…”.
Y 2.- el mayor elogio del secretario de Educación, Aurelio Nuño, lo escuchó ayer el gobernador poblano Rafael Moreno Valle.
El compromiso de éste, dijo el funcionario federal, “pone al estado a la vanguardia en la transformación de este sector”.
Y más:
“En Puebla vemos el cambio que en materia educativa queremos lograr en México”.