Observador ciudadano/Enrique Bautista Villegas
DOBLES REMOLQUES EN CARRETERA
Enrique Bautista Villegas
En fechas recientes senadores y diputados de diferentes partidos han hecho manifiesta su intención de presentar iniciativas para modificar la normatividad que establece Las características de los vehículos de transporte de carga que pueden circular por las carreteras mexicanas. Específicamente han señalado su intención de prohibir la circulación de tractocamiones con doble remolque. Lo anterior derivado de el gran número de accidentes y pérdida de vidas que se registran en las carreteras del país, en las que se ven involucrados vehículos de esas características.
Paralelamente sorprende, aunque no debiera, la opinión expresada en diversos mediospor el Secretario de Comunicaciones y Transportes de gobierno federal(el que esto escribe lo escuchó en el noticiero matutino de Ciro Gomez Leyva), quien ha manifestado que es necesario actuar con cautela ya que una medida de esa naturaleza afectaría fuertemente la economía del país. Señala el funcionario que se estaría poniendo en riesgo el abasto a bajos costos de materias primas y alimentos, afectando la operación de miles de empresas y el acceso a bienes de primera necesidad de millones de mexicanos.
Señalo que sorprende la opinion del connotado funcionario, suponiendo sin conceder que su afirmación sea correcta, porque pareciera que para él es más importante la economía de las empresas responsables delmovimiento de carga y la transportación de alimentos básicos, que la seguridad de miles de mexicanos que circulamos por las carreteras del país. Afirmo también que no debiera sorprender la opinión del susodicho empleado federal, ya que para los funcionarios de alto nivel del gobierno actual, como es el caso, es más importante el que las grandes empresas mantengan bajos costos operativos y maximicen sus utilidades, que la integridad física y la vida de quienes circulan por las saturadas carreteras del país, cuestión que seguramente él hace sólo esporádicamente.
Pero resulta que su argumentación esno solo débil, sino que raya en lo absurdo, ya que la inmensa mayoría de los tractocamiones que jalan dobles remolquesnotransportan alimentos ni insumos alimenticios, cuestión que resultaría fácil de verificarsi se registran las estadísticas en la materia, sino que mueven otro tipo de bienes e insumos para diferentes actividades económicas, como: minerales, normalmente procesados por grandes empresas transnacionales, diesel, gasolina, gas licuado, e hidrocarburos en general,otro tipo de fluidos industriales,partes y productos de importación y exportación, que se mueven en contenedoresde, y hacia, los puertos de entrada y salida del país, automóviles y vehículos que son transportados en dobles largas plataformas de dos niveles, y en mucho menor escala, bebidas gaseosas, pan de caja, y alimentos chatarra ( a los que probablemente se refiere el Secretario), entre los más importantes.
Ciertamente el que eventualmente se prohibiera la circulación de tractocamiones con doble remolque, incrementaría los costos de las empresas para las que funciona ese servicio de carga y transporte, pero reduciría significativamente el número de accidentes en los que se ven involucrados ese tipo de vehículos, y desde luego bajaría significativamente el número de accidentes y pérdidas de vida en las carreteras mexicanas.
A las empresas afectadas les quedaría una de dos alternativas: reducir sus ganancias por el incremento en los costos de transporte de su carga, o repercutirlos consumidor, cuestión que obviamente resultaríala más probable, sobre todo porque seguramente contaría con el beneplácito del gobierno.
Mas allá de ese punto en particular, vale la pena aprovechar la oportunidad que abre el debate para sugerir a los legisladores que revisen también la normatividad de los pesos y la velocidad con que se mueven los vehículos de carga, que en ambos casos exceden con creces la normatividad internacional en la materia y contribuyen al rápido deterioro de las carretearas, desde luego también al alto índice de accidentes en las mismas. Mientras que en México los remolques que arrastran los tractocamiones, ya sea uno o dos, son cargados normalmente con todo el peso que soportan, en otros países estos están regulados en función de la resistencia de la cinta asfáltica y buscando siempre garantizar el control del conductor sobre el vehículo. De la misma manera, los límites máximos de velocidad son estrictamente vigilados para evitar accidentes por exceso de velocidad y perdida de control de los vehículos.
Quienes transitamos por las carretearas mexicanas normalmente lo hacemos con preocupación y estrés por el temor a ser embestidos por una vehículo de carga, ya sea que invada el carril por el que circulamoso nos arrase por la retaguardia en una pendiente. En este caso específico, debiera de establecerse la obligatoriedad de que todas las unidades de carga y autotransporte contaran en su parte posterior conun código claramente visible de identificación y un número telefónico de la SCT al que puedan serreportados para ser verificados y, en su caso, sancionados.
La autoridad de la materia debe anteponer en todos los casos la seguridad de la ciudadanía y hacerla participe de vigilar que la normatividad en cada caso sea debidamente cumplida.