Libre expresión/Carlos Alberto Monge Montaño
Pobre Universidad Michoacana.
“El valor de un acto se juzga por su oportunidad”… Lao-Tsé (570 aC – 490 aC). Filósofo Chino.
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo cumplió 58 días secuestrada por la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) y su Movimiento de Aspirantes y Rechazados (MAR), sin que se aprecien visos de solución.
El rector Medardo Serna González y su Consejo Universitario, parecen ya contra las cuerdas; y aunque debe resultarles gratificante el respaldo de la opinión pública, lo cierto es que deben actuar en consecuencia para hacer respetar el derecho de más de 50 mil jóvenes, éstos, sí, estudiantes.
No es la primera vez que intereses ajenos y/o posiciones inflexibles de jóvenes que no quieren respetar los procesos de ingreso a una universidad se hacen presentes, ante semejante situación, vale considerar lo ocurrido hace algunos años, por ejemplo, en la Universidad Nacional Autónoma de México.
La Máxima Casa de Estudios de la entidad no debe seguir supeditada a los intereses mezquinos y mafiosos de tantos años. Serna González debe aprovechar el apoyo que tenga al interior de la Universidad, del gobierno estatal, si es que lo tiene, y de la opinión pública, para tomar decisiones que trasciendan y abonen a solucionar el conflicto de una vez por todas.
De seguir como hasta ahora, no descarto que de todos modos pierda la batalla y podrían retirarlo prácticamente sin pena ni gloria.
Vale recordar que cobijados por grupos afines como los normalistas, comunidades indígenas y sindicatos como el Único de Empleados de la Universidad Michoacana y hasta de la Secretaría de Salud, los mismos que pidieron inicialmente más de mil espacios y que ahora exigen no más de 200, pero bajo sus condiciones, es decir, sin respetar ningún lineamiento de ingreso, han evidenciado que su interés radica en lograr la renuncia de Medardo Serna González.
Mientras tanto, desde el interior la Universidad Michoacana, de los partidos políticos, del Congreso del Estado, de algunos sindicatos y hasta del Gobierno estatal, se han escuchado voces que argumentan sobre lo que realmente pasa en la Casa de Hidalgo.
Se presume que el problema radica en grupos que exigen espacios en Rectoría, manejar los recursos que se destinan a las Casas de Estudiantes y usar a quienes las habitan, en cuestiones partidistas, de presión y electoreras. Varios enterados han señalado que conocen quiénes son los que mecen la cuna, pero lo cierto y sorprendentemente, es que ninguna autoridad ha sido capaz de solucionar el problema.
El gobernador Silvano Auroles Conejo, confió en que la solución llegará esta misma semana, que será a través del diálogo y que aún no tienen considerado el uso de la fuerza pública. Ojalá tenga razón.
Lo cierto, es que resulta preocupante que la Universidad Michoacana sea la única a nivel nacional que padece semejante problemática, motivada incluso por las autoridades nicolaitas, que les patrocinan sus viajes para conseguir más seguidores en estados vecinos y luego no quieren pedir apoyo gubernamental para no violentar su “autonomía”.
Lo cierto, es que el Estado de Derecho parece no poder aplicarse en Michoacán a normalistas, profesores democráticos e integrantes de la CUL.
En fin, deseo que el rector Medardo Serna encuentre una salida antes de que sea demasiado tarde, antes de que se pierda el semestre, se agudice la violencia o los quejosos logren su objetivo.
Deseo que el Ejecutivo estatal tenga razón y en esta semana se solucione el conflicto y realmente anhelo que Aureoles Conejo tenga razón cuando asegura que ningún perredista tiene las manos metidas en lo que padece la Universidad Michoacana.
Por lo pronto, la percepción ciudadana, esa que tanto disgusta a las autoridades, aprecia que prácticamente todas las autoridades están supeditadas a la CNTE, sus normalistas y grupos afines como ahora están de moda, los de la CUL. Ojalá esté totalmente equivocado.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.