El Encuentro con la CNTE/Horacio Erik Avilés Martínez
En una actividad logísticamente muy bien preparada, el pasado miércoles 26, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Educación en el Estado convocó a la presentación pública del Programa Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PDECEM) elaborado por la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Este encuentro había sido largamente anunciado y esperado por los actores educativos desde hace años, con pésimos resultados, ya que por la coyuntura política y sindical, en múltiples ocasiones se acabaron los espacios de diálogo entre actores educativos.
Este acercamiento tuvo lugar en Casa de Gobierno, lo cual dota de un significado muy especial al mismo, ya que el Ing. Silvano Aureoles Conejo, Gobernador del Estado lo presidió, acompañado por el Lic. Alberto Frutis Solís, Secretario de Educación y el Lic. Adrián López Solís, Secretario de Gobierno, con lo que los temas del ámbito educativo y de gobernanza estaban debidamente cubiertos.
Los asistentes al evento fueron alrededor de 350 personas, en donde estuvieron representadas las principales corrientes de la Sección XVIII de la CNTE: el del actual dirigente de la misma, el denominado “bloque” y el de Región Morelia, grupos que no han terminado de conciliar sus diferencias, acrecentadas por la rispidez del VII Congreso Seccional de Bases y el proceso postelectoral. Ello se demostró con la segregación que se realizó del Prof. Eligio Valdez, a quien le pidieron los militantes de la CNTE de otros grupos abandonar el recinto, a lo cual finalmente accedió.
Sin embargo, a pesar de este incidente y de las crasas contradicciones en que incurrieron entre sí los diferentes oradores de la CNTE, donde demostraron que existen cosmovisiones muy heterogéneas en este movimiento gremial, hay que rescatar que el encuentro resultó benéfico incluso para la propia vida democrática de la CNTE, en donde hay grupos que entre sí no se han escuchado debidamente y tuvieron la oportunidad de conocer y expresar recíprocamente sus puntos de vista.
Es importante decir que profilácticamente se montó un discreto pero efectivo operativo de seguridad al interior del evento que permitió un ambiente receptivo hacia las propuestas, consignas y planteamientos que se presentaron por parte de la CNTE en Casa de Gobierno, así como escuchar los posicionamientos de las autoridades estatales.
La actitud de los presentes al principio del evento era sumamente tensa, conforme avanzaba el tiempo no cejaba la sorpresa o incomodidad entre los asistentes. Muchos comentaban con sus acompañantes en voz baja, mientras otros tomaban notas de lo presentado. Una minoría permanecía atenta sin reacción alguna. Tal vez el momento más importante fue cuando se realizó la rutina de activación física, en donde se rompió el escepticismo de algunos indecisos. De ahí en adelante, el auditorio permaneció constante.
En una democracia avanzada, nadie se asustaría por compartir mesa, analizar ni debatir con la CNTE, ni mucho menos que sus autoridades dialoguen con todos los actores del sistema educativo. De entrada, escuchar y conocer no compromete los recursos estatales; en cambio, permite emplearlos más efectivamente en su momento. Empero, definitivamente deberemos de acostumbrarnos a dialogar civilizadamente con todos los grupos y sectores, como ciudadanos e impulsar a las autoridades a jamás dejar de propiciar estos escenarios.
De lo más positivo del encuentro, fue que el Ing. Silvano Aureoles Conejo, Gobernador del Estado, decidió romper el nudo gordiano que le significa al gobierno seguir sosteniendo discursivamente un sector históricamente sumido en la ilegitimidad que anegaron aún más la corrupción y el incumplimiento del derecho a aprender de muchas generaciones de michoacanos. Fue importante que se reconociera la omisión, indiferencia, ligereza y abuso con que se ha administrado el sistema educativo michoacano durante décadas. De esta manera, se inicia un proceso sano de construcción de legitimidad, al que debe incorporarse a todos los actores involucrados.
En contrapunto, quedaron muchas interrogantes flotando respecto al modelo pedagógico de la CNTE, ya que solamente se bocetaron algunas pinceladas que retoman aspectos ideológicos y un marco referencial de autores y corrientes que les son afines o válidas para sus autores. Además de que se requiere una mesa de trabajo para su cabal exposición, análisis y discusión, sería deseable lograr elaborar una matriz de congruencia entre el material del PDECEM y los planes y programas de estudio vigentes en la nación, para poder establecer con precisión las convergencias entre ambas visiones y fortalecerlas, enriqueciéndolas mutuamente. Sería injusto juzgar los planes y programas, así como los contenidos de la CNTE por lo atropellado de lo presentado. En un futuro se tiene que dar esa gran mesa en la que estén todos los actores involucrados en el sistema educativo estatal, incluyendo a las diferentes expresiones del sindicalismo magisterial.
Empero, no debe soslayarse la opinión vertida por varios actores educativos, especialmente aquellos del sindicalismo denominado institucional y expresiones adherentes o paralelas, afines a la misma corriente, que se posicionaron en el sentido de que se estaba validando una relación exclusivamente bilateral.El debate pedagógico que se avecina se vislumbra inacabable, pero la flexibilidad curricular, ya contemplada en la normatividad vigente en materia educativa, aunada al principio de libertad de cátedra, permitirán que en aquellas comunidades de aprendizaje en donde sus integrantes lo consientan, se impartan contenidos específicos a elección de los padres de familia y maestros, en un modelo similar al de las denominadas escuelas “chárter” que han generado un efecto disruptivo en los Estados Unidos, rescatándose experiencias educadoras exitosas cuando son debidamente implementadas y más mediocridad cuando no se conforma el debido arropamiento en su entorno. Aprender de esas experiencias permitirá delinear una mejor educación en Michoacán.
Especialmente, alcanzar el objetivo de hacer participar a todos los actores del sistema educativo estatal en un proceso de mejora continua y en la transformación educativa, orientándolo hacia el desarrollo de los actores principales del mismo, será un gran logro cuyo alcance dependerá de la capacidad de convocatoria y de preservar la legitimidad en sus acciones por parte del Gobierno del Estado, que es quien debe de concitar la participación de todos los involucrados.
En conclusión, la construcción de consensos educativos es una ruta dificilísima y nunca antes satisfactoriamente recorrida en la historia de Michoacán, pero que es ineludible transitar para superar nuestra actual situación en la que el derecho a aprender es precariamente atendido, afectando transversalmente a todos los michoacanos. Nuestro sistema educativo debe dejar de estar conflagrado y en los últimos lugares en los indicadores respectivos.
Siempre será preferible que los ciudadanos de toda corte ideológica, política y sindical estén presentes en las mesas de diálogo, en donde disientan, argumenten y presenten sus necesidades, aspiraciones, quejas y reclamos, antes que disputando violentamente se haga su voluntad. La falta de diálogo nunca deberá representar pretexto alguno para que reaparezca el fantasma de la beligerancia. Que así sea.
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