Año nuevo desalentador/Gladis López Blanco
AÑO NUEVO DESALENTADOR
Se va el 2016 y con él, las causas que florecerán con negras consecuencias en 2017. El panorama para el próximo año se vislumbra desalentador y la cuesta de enero más empinada que nunca podría prolongarse por más de un mes. Este año a punto de terminar, se percibe como uno de los más importantes para el futuro nacional, pues de no convertirse en un parteaguas para el desarrollo, será el inicio de una crisis profunda.
Al finalizar la temporada navideña, gran parte de las personas tienen que enfrentar el inicio de año con las deudas adquiridas durante diciembre. De acuerdo con la encuestadora Parametría, 57% de la población padecerá la cuesta de enero, pues aunque recibieron ingresos adicionales por fin de año, tres de cada diez, tuvieron que adquirir deudas para cubrir los gastos de las festividades y la compra de bienes no prioritarios.
Difícil de evadir, esta etapa trae consigo efectos negativos en el gasto de los mexicanos, pues a los pasivos, se suman el incremento en el precio de diferentes productos básicos, el tipo de cambio que cierra por las nubes, y sí, el temor que se ha instalado ante la incertidumbre de Trump como presidente.
Comencemos por el costo de la canasta básica. De acuerdo con el sector empresarial, se prevé que en 2017, el precio de los productos de la canasta básica aumente 5 por ciento en promedio, lo que significa que una vez más, pese al incremento previsto del salario mínimo, éste continuará sin ser suficiente para adquirir lo esencial.
Y es que, a partir del próximo año, el salario mínimo incrementará 4 pesos para llegar a 80.04 pesos, lo que significa que más de 7 millones de trabajadores mexicanos, ganarán $1,923.36 pesos al mes, cada uno. La cosa se complica al calcular que el costo mensual de la canasta básica alimentaria por persona es de $1,346.46 pesos, mientras que los de la canasta no alimentaria, es decir, los gastos por vivienda, transporte, educación y entretenimiento, entre otros, ascienden a $1,361.00 pesos per cápita. Esto significa que el gasto por mexicano para vivir apenas dignamente, es de por lo menos $2,707.46 pesos.
La evidente insuficiencia del salario mínimo y la inflación se reflejaron en el valor de algunos productos de la canasta básica que durante todo el año dieron golpes ligeros, pero certeros a los bolsillos; por ejemplo, el aguacate, el limón, el jitomate, el azúcar, la cebolla y el huevo, artículos que sufrieron las mayores alzas durante todo el año. Por cierto, no hay que olvidar que para 2017, ya se ha anunciado un impuesto especial para los productos lácteos.
Asimismo, la incertidumbre de lo que sucederá a partir de enero con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca continuará afectando nuestra economía, ya que mientras son peras o son manzanas, la depreciación del peso frente al dólar será una constante ante un futuro poco favorecedor en manos de quien parece no recular.
Actualmente el dólar se vende hasta en $21.20 pesos y no parece querer frenar su incremento, por lo menos hasta esclarecer el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; el trabajo y por ende las remesas de nuestros paisanos, así como el establecimiento de empresas e inversión privada en nuestro país.
Con base en ello, también cerramos el año con el anuncio de una baja en las reservas internacionales, que de acuerdo con cifras del Banco de México se ubicaron en 175,755 millones de dólares, registrando una caída acumulada de 2,238 millones de dólares en lo que va del año.
La baja que entre otros factores, efectivamente se ha dado debido a la volatilidad que ha traído consigo la victoria de Donald Trump y la compra de dólares del Gobierno Federal al Banco de México, merma el valor de la moneda nacional, limita el acceso a créditos internacionales y ahuyenta la inversión extranjera, una vez más golpeando directamente la cartera de los mexicanos.
No son suficientes doce uvas y mucho menos doce deseos, el 2017 llega lleno de desafíos para el Gobierno Federal, que en su lista de propósitos inmediatos, debe incluir responder a cada uno de ellos, orientándose a satisfacer las necesidades de las finanzas ciudadanas, quienes no podrán soportar un año más como el 2016. Será imprescindible mostrarse y estar estar preparados ante el torbellino, fortalecerse de manera interna y presentar una postura fuerte a la medida de un país con gran potencial. Es mi opinión…