¿Y la justicia Laboral?
El pasado domingo fue 1 de mayo, fecha en que año con año se celebra el día internacional del trabajo y, en nuestro país no fue la excepción. Con este motivo miles de trabajadores salieron a las calles para desfilar y manifestarse. Las consignas fueran las mismas de siempre: el reclamo por mejores condiciones laborales y mayores ingresos.Año con año es lo mismo. Ahora vale la pena hacer un pequeño análisis de lo que significa en este momento la situación laboral en México.Como sabemos, el gobierno federal a últimas fechas presume de que se han creado cientos de miles de fuentes de empleo nuevas, lo que se traduce en una mejora en la calidad de vida de los mexicanos y, que es resultado de la efectiva estrategia económica empleada por el gobierno. Esto es una verdad a medias, pues lo que no se dice es que los nuevos empleos no resarcen los que se perdieron a principios del sexenio ni los que se perdieron en el periodo gubernamental pasado. Si esto se reconociera entonces se tendría que decir que aun faltan otros cientos de miles de nuevas fuentes para regresar a los niveles de empleo que registró el Seguro Social a mediados de la década pasada. Así es que la evaluación al gobierno federal en esta materia no puede ser aprobatoria.Por otra parte, también debemos reconocer que la situación económica mundial, particularmente la crisis de los Estados Unidos de Norteamerica de hace dos años impactó negativamente sobre nuestra economía nacional, la que se vio duramente afectada y con ello se provocó el cierre de miles de fuentes de empleo. Pero también debemos reconocer que eso sólo es una parte de la explicación del problema; la otra parte se encuentra en que el gobierno federal y los locales han sido poco creativos para eficientar la planta productiva y han querido forzar los presupuestos públicos para que, a partir de ellos, se generen empleos, lo cual es una política de corto plazo, pues las fuentes de empleo creadas de esta manera sólo son temporales.Es claramente conocido que el gobierno si bien es cierto es un gran empleador, otro tanto lo es que no es el gobierno el que los debe generar pues lo que debe hacer es crear las condiciones de seguridad jurídica y pública, además de incentivos fiscales, para que los inversionistas que tienen posibilidad de crear fuentes estables de empleo tengan la certeza de que sus inversiones estarán a salvo de circunstancias peligrosas. Esto es en verdad lo que genera empleo, no el gasto público, y ahí es donde hemos fracasado. La alerta de inseguridad que se vive en México es una gran amenaza para los inversionistas.En otro aspecto, la legislación laboral existente no genera certidumbre tampoco para los inversionistas, que conste que señalo inversionistas y no empresarios. A decir de analistas, el excesivo apapachamiento sobre los trabajadores y sus sindicatos se ha vuelto una camisa de fuerza para el desarrollo y la inversión privada. Basta ver el resultado de las negociaciones salariales de este año y la revisión de las condiciones generales de trabajo y celebración de contratos colectivos. Los sindicatos obtienen prestaciones que si bien es cierto están dirigidas a proporcionar beneficios a los trabajadores, también aprietan a los dueños de las fuentes de empleo.Ciertamente debe haber equilibrio en la relación obrero patronal, sin demérito de los derechos de los trabajadores, pero tampoco sin demérito del patrón, que es en todo caso el que genera la fuente del empleo.Una desequilibrada relación laboral provoca crisis y desempleo masivo. Como ejemplo de esto está la desaparecida compañía de luz y fuerza del centro que, a dos años de haberse desaparecido hoy tiene en la calle a miles de trabajadores y una lucha sindical a la que no se le ve futuro. Cuando el patrón se decide a cerrar no ha poder humano que cambie esta situación. Por esto, en circunstancias de tanto deterioro económico como el que vivimos, patrones y trabajadores deben dialogar permanentemente para privilegia la subsistencia de las fuentes de empleo, sin desequilibrios, de lo contrario en el corto plazo estaremos viendo cierres y cierres de empresas que arrojarán mas personas a las calles sin opción de trabajo.Sí se requiere de la reforma laboral, no para sacrificar al trabajador, pero tampoco no se puede continuar con una legislación como la existente que sólo está provocando el cierre de fuentes de empleo e inhibir a otros inversionistas para que inviertan en México. Brasil, la India y China que son ejemplo de la otra visión, veamos sus legislaciones laborales, son la otra cara de la moneda y en nosotros está la respuesta.Esperemos que el próximo primero de mayo de 2012 hayamos podido transitar a otro escalón, de lo contrario seguiremos bajando en las posiciones internacionales que hacen ver a México como un país sin alta competencia económica y seguiremos teniendo un alarmante incremente de desempleo.