Comentario a Tiempo/Teodoro Rentería Arróyave
TLAXCALA, TLAXCALA. Tardeaba en el altiplano mexicano, una lluvia que se negaba a caer con la desazón que ello implicaba a los hombres del campo: “ya estamos a finales de abril y no llegan las aguas”, escuché de continuo; cuando me enteré de la verdadera historia del “rollo político” o de los “rollos políticos” con que designan los hombres y ahora las mujeres, a los enredados en esos menesteres, exacto, a su verborrea insustancial e ininteligible.Un personajazo, don José Aureliano Coronel Prieto, a quien conocimos gracias a las amistades que hemos logrado a partir de la creación de Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, que ahora preside la poblana Hilda Luisa Valdemar Lima, quien a su vez nos presentó a su paisano, el caballeros abogado, Manuel Flores Mendoza y en línea de amistades a nuestro mencionado protagonista de la anécdota que ahora relatamos.El señor Coronel de nacimiento no de carrera castrense, es oriundo de Ciudad Anáhuac, Nuevo León, ingeniero agrónomo de profesión, egresado de la Escuela Agraria de Ciudad Juárez, Chihuahua y jubilado, después de años de fructífera labor, de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.El tuvo por muchos años a su cargo el corredor agrícola que se desprendía de Nuevo Laredo, Tamaulipas, seguía por La Gloria, tierras regadas por el Río Salado, Ciudad Anáhuac y Salinas, Coahuila.Ahí en su ciudad natal, fue famosa la nevería y paleteria propiedad del octogenario don Mateo Parra, maquinista ferrocarrilero retirado, quien llegó a ser el presidente de la Cámara de Comercio del municipio, se decía obregonista pero admirador de Villa.La historia la relata, con especial sabor, adosada con los vinos y las viandas carnívoras de “El Asador”, un estupendo restaurante que se ubica en las faldas del atrio de la iglesia de San Francisco, donde instalamos la primigenia radiodifusora del Instituto Mexicano de la Radio, IMER, y también la primera que nos inauguró el entonces presidente, Miguel de la Madrid Hurtado, y para mayor referencia a un costado de la Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar.Este es el relato fiel del acontecimiento donde tuvo su origen la expresión común: “Es un rollo político” o “Son puros rollos políticos”, con el que algunas políticas o algunos políticos se refieren en forma peyorativa a sus pares.Resulta que don Adolfo Ruiz Cortínes, andaba de gira electoral presidencial por el norte de la República y tomó la misma ruta donde don Aureliano Coronel atendía el campo; al llegar a Ciudad Anáhuac la caravana ruizcortinista fue interceptada por una fila compacta de niños.El candidato presidencial priísta ordenó parar y se apeó para saber a qué se debía la amable intercepción, de entre los niños surgió don Mateo Parra, previamente designado por el pueblo para dirigirse al futuro presidente de México.Don Mateo sacó de sus alforjas un rollo de maquina sumadora y conforme los desenrollaba empezó a leer un discurso que duró aproximadamente tres horas, que estoicamente aguantó don Adolfo, el nevero al final le espetó al candidato presidencial: “señor futuro presidente de México: disculpe usted estas palabras, pero no venía preparado”.Cuentan, que de vuelta al autobús, don Adolfo Ruiz Cortines exclamó hilarante: “Si este Mateo se hubiera preparado, aquí se hubiera terminado la gira electoral”. Ahora ya saben los inventores de los discursos de la locuacidad, de la banalidad que sólo son capaces de aventarse “un rollo político”. Periodista y escritor. En [email protected] y [email protected] agradeceré sus comentarios y críticas. Nos escuchamos en las frecuencias de la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, www.clubprimeraplana.com.mx