Transparencia y Democracia
La transparencia, rendición de cuentas y la alternancia política son rasgos finos de lo que algunos denominan normalidad democrática.La opacidad, el retener información que debe ser pública inhibe las mejores prácticas de un buen gobierno, aunque se han dado pasos importantes en la materia desde hace una década todavía no permea lo suficiente.Los entes de interés público deben rendir cuentas, ello va de acuerdo con legislaciones en materia de acceso a la información pública, solo que nuestra cultura política ha tenido más bien todo lo contrario porque se fincó sobre bases autoritarias e inflexibles.Los paradigmas que se usaron en el pasado ahora solo pueden ser piezas de un museo oscuro, argumentos de un Leviatán omnímodo que actualmente no resiste la observación. Los partidos políticos son ahora la gran oligarquía que en materia de toma de decisiones va a la vanguardia, sus gastos en general son recursos fiscales derivados de las contribuciones ciudadanas, por tal razón están en la obligación de rendir cuentas.Recién al PRD en Michoacán lo han multado por rebasar el tope de financiamiento privado en campañas de hace dos años, si otra organización similar incurriera en tales excesos lo justo es que también sea sancionada, se trata de tener un apego estricto a la ley.Si hablamos de un estado de derecho, no simulado, la aplicación de la norma no tiene por qué causar controversias, es apenas lo normal, lo esperado.Actualmente muchas organizaciones se manejan en la más abyecta opacidad, ejemplo concreto los sindicatos como el que dirige Elba Esther Gordillo Morales, quien encabeza al gremio más numeroso de nuestro país y América Latina. Ante tales circunstancias podemos decir que a muchos líderes perpetuos les falta vocación democrática, y pensar que son ídolos de tanta gente que parece normal.En las democracias robustecidas las figuras legales para refrescar el ánimo ciudadano son algo común, piezas de un andamiaje para subir escalones institucionales, España, Estados Unidos, Francia y otras naciones que se han inclinado por una democracia participativa en que la transparencia es práctica cotidiana.Nos faltan muchos pasos para acelerar la transformación de fondo, construir nuevas legislaciones para aplicarse efectivamente mas no para tenerlas y ostentarlas como un compendio de buenas intenciones.El primer paso para lograr reformas de fondo estriba en un elemento que suele escasear, sí, me refiero a la voluntad política.