Política virtual
México se pinta de elecciones por doquier, el reloj electoral es locuaz porque cada año tenemos comicios, promesas, guerra sucia y una larga lista de hechos criticables alrededor del escenario.En los últimos años han ganado terreno otros instrumentos de proselitismo, ya no son los gallardetes, la pega de propaganda, no, ahora el manejo de las redes sociales añaden otros estilos, métodos y códigos en materia de comunicación política.Digamos que Barack Obama rompió el paradigma en materia electoral al utilizar las redes sociales para hacer llegar sus propuestas, visiones y posicionamiento en la esfera pública en el vecino país del norte. Los resultados los conocemos, el político forjado en Chicago hizo retornar al Partido Demócrata a la Casa Blanca.No existe una regulación en materia de la red virtual, tenemos información en exceso, ello supone ventajas y debilidades porque al ser un espacio libre “free”, se puede llenar de calumnias, ataques personales y una multitud de despropósitos. No obstante, esto es lo que tenemos y la cuestión radica en cómo usar los instrumentos tecnológicos que han demostrado una vertiginosa penetración.La revolución del jazmín en el norte de África demuestran que se vivió una coyuntura histórica en que los mensajes de los jóvenes, principalmente, jugaron un papel de ilustración virtual, se recargaron las demandas en favor de la democracia en los países de esa región y en Medio Oriente, feudos que han sido gobernados durante décadas de manera autocrática.En México los candidatos en varias entidades cuentan con sus páginas personales, aunque falta mayor creatividad, no engancharse en insidias y llegar más lejos de publicitar un mero eslogan de campaña.Es conveniente hacer de manera fluida, flexible y simplificada las propuestas que les distinguirán con respecto a sus adversarios, mucha gente que consulta páginas de aspirantes se quedan con su frase de campaña, faltan mayores elementos que sean algo más que un gancho.México ocupa el lugar décimo en el mundo en registrar cibernautas, la gran mayoría no rebasan los 19 años de edad, el impacto potencial sería muy alto.Los moldes en las formas de hacer campañas se han roto muchas veces y hay un elemento que suele definir contiendas electorales, se llama carisma, cuya definición es amplia por conducto de Max Weber.Si nos remontamos a las fuentes históricas del rompimiento de paradigmas es preciso evocar aquel debate televisado entre Richard Nixon y John F. Kennedy, en que la imagen fue definitiva y de allí surgen varias teorías en materia de la mercadotecnia que actualmente se usa y abusa.