Sobremesa
Ha salido a la luz publica otro de tantos actos de corrupción, de esos que por desgracia ocurren de manera cotidiana en nuestro país. La empresa Oceanografía, contratista de Pemex durante los dos sexenios panistas, ha sido descubierta cometiendo una serie de ilegalidades, desde obras cobradas sin realizar o de mala calidad, hasta facturas falsificadas; todo con cargo al presupuesto de la paraestatal. Estos actos de corrupción fueron permitidos y consentidos desde las altas esferas del poder. Personas y funcionarios cercanos a Vicente Fox y a Felipe Calderon, abrieron las puertas de la petrolera mexicana para que amigos suyos se enriquecieran defraudando a la empresa pública.
En 2001 el panista michoacano Cesar Nava se desempeñaba como abogado general del Organismo Publico, desde esa área se influyo para que Amado Yáñez Osuna, propietario de Oceanografía, pasara en el 2000, de arrendarle una docena de barcos a Pemex a 80 en unos cuantos años después, también, Mario Ávila Lizarraga, ex candidato panista al gobierno del estado de Campeche, quien fue descubierto usando indebidamente recursos de comunicación social de la Lotería Nacional,- por cuyo hecho tuvo que renunciar el titular-, también forma parte de los funcionarios azules, que desde la paraestatal, influyeron para que esa empresa privada recibiera beneficios millonarios al margen de la ley.
También están involucrados los hijos de Martha Sahagún, así como Juan Bueno Torio, ex director de Pemex refinación, ya que la PGR al buscar esclarecer la maraña que involucra el robo de combustible con el lavado de dinero, se ha encontrado que todos estos destacados panistas, pudieran ser parte de muchos negocios sucios, que representan toda una estafa al erario. Tampoco se escapan el jefe nacional panista Gustavo Madero ni el senador Ernesto Cordero, el primero al usar aviones propiedad de la empresa defraudadora,-cuyas fotos fueron ampliamente difundidas en noviembre del año pasado por muchos medios de comunicación-, y el segundo al ser aliado del ex candidato al gobierno de Campeche, quien también formo parte de los funcionarios de la petrolera.
Desde la fundación del PAN, sus dirigentes pregonaron el combate de la corrupción, fue una bandera fundamental en su condición de oposición,-y dada la grave y escandalosa corrupción de los priistas-, esa bandera en mucho contribuyo a que ese partido ganara el gobierno federal, sin embargo, al llegar al poder fue lo primero que olvidaron, dando paso a la deshonestidad como la nueva practica cotidiana adoptada. Ahora que estos regresaron a la oposición, comienza a conocerse como muchos panistas utilizaron el poder para enriquecerse de manera desmedida. Llama la atención el silencio de sus dirigentes, resulta lógico que nadie deslinde a su partido, porque el nivel de involucramiento llego a todas sus estructuras. El partido de la transparencia y de la pulcritud resulto ser igual o peor que a los que sustituyeron. El problema en México es que muchas de las grandes fortunas de no pocos empresarios se deben a los favores de los gobernantes, fortunas con cargo al dinero de la gente. Con recursos públicos, tanto el PRI como el PAN, han hecho muchos ricos en nuestro país, sin que hasta ahora haya consecuencias contra los funcionarios públicos que se han visto implicados en todos esos negocios ilegales.
