Reto de Cordero a Peña Nieto
Hace varias semanas en éste mismo espacio de reflexión, comentaba que los tiempos acortados por las legislaciones electorales, reducción de topes a gastos de campaña, y sobre todo, con la importantísima influencia de los medios de comunicación; las campañas electorales se llevarán mayoritariamente a través de los debates.En la actualidad la idea de los debates está presente en actores políticos que quieren, mediante este ejercicio, posicionarse sabiendo que un debate causa expectación de la sociedad, razón por la que sintiéndose fuertes en un determinado tema, lanzan retos a otros actores.Este comentario sale a la luz ante el reto que lanzara Ernesto Cordero Secretario de Hacienda Federal y “activo” aspirante a la precandidatura del PAN a la Presidencia de la República, a Enrique Peña Nieto para llevar a cabo un debate sobre el tema de la pobreza en México.Nada descabellada la propuesta para Cordero, sobre todo si se toma en cuenta que al secretario le va muy mal en el terreno de las declaraciones, porque desde aquel sueño, que lo están pintando como un insensible, ya que desde aquel dezliz en el que expreso que con 6 mil pesos mensuales podía vivir decorosamente una familia en México, hasta la de días pasados en donde expresa que “México ya no es un país de pobres”, no ve la suya. Sin embargo se quiere conducir en un terreno en el que confía en su preparación académica y sobre todo la información que posee en el tema al que reta al debate a Peña Nieto y que bien estructurada, puede dar un mejor resultado en este terreno creyendo suplir la debilidad política que puede tener para en una contienda electoral competir con el carisma y trabajo de “todo terreno” que le lleva adelante en las preferencias electorales al casi seguro candidato del P.R.I.Sabiendo además con toda claridad la influencia de los debates en la percepción e inducción hacia la ciudadanía y apostándole además a que posiblemente sabiéndose tan seguro Enrique Peña Nieto de su ventaja electoral, desdeñe tal reto, con ello deje de llegar a millones de ciudadanos, genera una impresión de falta de elementos para debatir e inicie una decadencia en las preferencias, tal y como le pasó a Andrés Manuel López Obrador en el 2006.Otro ejemplo claro de la importancia de los debates, es el que organizó la COPARMEX en el Estado de México, en donde exigió a los candidatos a la gubernatura de la entidad, realizar un debate de altura donde hicieron propuestas y dieran ideas para atajar de manera clara los problemas que aquejan al Estado.Otro ejemplo es Michoacán, ya que el día lunes de esta semana en una importante empresa televisora local, presentó a los precandidatos del PAN y PRD en un ejercicio de expresión de ideas, en el que si bien no se considero un debate, si tuvieron oportunidad de demostrar sus habilidades tanto en la oratoria, como en otros aspectos de comunicación.Por esta razón, como lo hemos dicho, anteriormente los dirigentes de los partidos, pero sobre todo los candidatos deberán mostrar destreza para este tipo de ejercicios en los que se exponen al escrutinio de la ciudadanía.Lamentablemente no siempre lo que se busca se encuentra y en el tema de los debates también los preferidos, los punteros tiene un bono adicional que les permite equivocarse y no ser castigados y los sabios no siempre tener la simpatía del publico por déspotas y soberbios.No hay que confiar en la buena o mala preparación de los actores para el debate y, con independencia de que puede ser herramientas propias del próximo proceso electoral federal, no necesariamente serán determinantes en el resultado final.