Michoacán en sentido contrario/Julio Castellanos Ramírez
En los últimos años México ha realizado transformaciones relevantes que, aunadas a un manejo disciplinado de las finanzas públicas, permiten que la economía mexicana haya mostrado un crecimiento de 5.5 por ciento en 2010 y que las expectativas para 2011 se encuentren actualmente en niveles similares.Es importante aclarar que la razón de esta recuperación no es producto de la casualidad, más bien se explica fundamentalmente por cuatro elementos en los cuales el Gobierno federal ha jugado un papel protagónico: primeramente, por la política fiscal responsable llevada a cabo en los últimos cuatro años; también el manejo de riesgos y de deuda que han permitido hacer frente a desastres naturales, acceder a mercados nuevos con instrumentos de largo plazo y adquirir coberturas en el caso de los precios del petróleo. Otros factores positivos han sido el incremento en la demanda interna que ya muestra signos de recuperación importantes y la competitividad que han ganado nuestras manufacturas en el exterior.A la par de lo anterior, México avanza en materia de competitividad a nivel internacional colocándose como el mejor país de Latinoamérica para iniciar un negocio de acuerdo con los datos del Banco Mundial, además de ser considerado un destino de inversión seguro. En materia de inversión en infraestructura, en los últimos cuatro años se ha invertido en promedio 4.8 puntos del PIB, lo que da un acumulado de 2007 a 2011 de 52 mil millones de dólares, frente a los 41 mil millones que se invirtieron en el periodo de 2000-2006.Empero, no se puede negar que existen tereas aún pendientes por resolver particularmente en materia de seguridad y pobreza, sin embargo es necesario indicar que los avances que ha mostrado el país en materia de desarrollo humano hacen que se coloque por encima de países como Brasil, Rusia, China e India.No obstante, cuando dejamos de analizar el país en su conjunto y dicho análisis lo enfocamos en las entidades federativas es posible encontrar casos completamente contrastantes con la realidad nacional. Por una parte, el país camina hacia un destino en el que se promueve el interés y el bienestar público; pero, de otra parte, la mala gestión pública que realizan algunos gobiernos estatales hacen que esas entidades federativas caminen en dirección contraria.Tal es el caso de Michoacán que, a pesar de tener una sociedad con deseos de superación, jóvenes ansiosos de estudiar y trabajar, rico en recursos naturales y situado geográficamente de manera estratégica, no ha podido superar los profundos rezagos en los que se ha encontrado desde siempre. Y claro está que no los podrá superar en la medida en que la gestión de sus gobiernos continúe afectando los intereses más básicos y fundamentales de la sociedad michoacana.Tres botones de muestra: el primero tiene qué ver con el manejo de las finanzas públicas ya que mientras que la recuperación económica a nivel nacional se explica principalmente por el manejo responsable de las finanzas públicas de la nación, en Michoacán el gobierno del estado, en complicidad con el Poder Legislativo estatal, ha hipotecado las finanzas estatales no sólo para la actual generación, sino para las futuras generaciones. Por ello no es de sorprenderse que calificadoras internacionales como Fitch Ratings y Standard & Poors hayan bajado a perspectiva negativa las calificaciones crediticias de Michoacán.El segundo tiene qué ver con el compromiso de los gobiernos para solucionar los problemas más sensibles y urgentes que tiene la sociedad. Mientras que a nivel nacional el Gobierno federal se esfuerza por incrementar el gasto social particularmente el gasto en educación y el gasto en salud; en Michoacán, de acuerdo a los datos de la Auditoría Superior de la Federación, el gobierno del estado ha incurrido en graves irregularidades en el manejo de varios millones de pesos que le fueron transferidos para invertirse en escuelas y hospitales del estado.Finalmente, mientras que a nivel nacional el último año se redujeron un total de 52 mil plazas de la burocracia federal en el marco del Programa Nacional de Reducción de Gasto Público; en Michoacán, de acuerdo a los datos más recientes del INEGI el gasto en servicios personales del gobierno estatal se incrementó en 6 por ciento en el último año, lo que equivale a más de 1,100 millones de pesosEstas son sólo algunas razones por las que se dice que Michoacán va a contrapelo del rumbo que está tomando el país. Es necesario que Michoacán se sume a la dinámica nacional, no puede continuar frenado y para ello son necesario cambios.