Teléfono Rojo
* Las enormes lagunas de la Ley de Migración* El crimen puede ponerse sotana humanitaria* Vázquez Mota dice, se desdice y se contradiceLos afanes oficiales de ganar reconocimientos en derechos humanos pueden resultar perjudiciales a la larga.Detalles mayores tienen quienes elaboran el reglamento para dar vigencia a la Ley Migración, emitida en mayo pasado, el cual debe estar vigente a fines de agosto.Pero podemos dar un adelanto.En las premuras, diputados y senadores dejaron pasar una perla: la prohibición a toda autoridad para realizar visitas de verificación a centros donde se atienda a quienes transitan por el país.Es decir, de acuerdo al artículo 76, ni el Instituto Nacional de Migración (INM) ni otra corporación pueden visitar a quien se ostente como organización de la sociedad para ofrecer servicios humanitarios, asistencia o protección.Adiós a operativos de la Policía Federal (PF), de la Secretaría de Marina (Semar), de la Defensa Nacional (Sedena) o de cualquier otra fuerza del orden.Fue un logro, claro, de gestores como el padre Alejandro Solalinde y otros promotores de derechos humanos quienes impulsaron esta medida.Seguramente él y su agrupación religiosa, Hermanos en el Camino, son altamente confiables pero, ¿qué sucedería si los grupos criminales crean su propia ONG y la registran con otros fines?DISCRECIONALIDAD CON LAS VISAS¿Se imagina una banda de polleros bajo un disfraz protector similar?¿O Zetas con falsa sotana para reclutar sicarios?La duda no es propia; aquí sólo se da un adelanto. Está en quienes elaboran el reglamento de la Ley de Migración, donde ha surgido otra preocupación: ¿a quién y bajo qué condiciones dar la visa humanitaria?¿Cuáles serían los requisitos?Y dada nuestra endémica corrupción, ¿acaso no al rato estarán en subasta esos salvoconductos?Si en Estados Unidos falsifican visas, en México será fácil hacer mucho más en el mercado migratorio.Las visas no pueden otorgarse de manera indiscriminada, como abre la ley, y todo estos elementos están en manos de las autoridades y las discute un comité interinstitucional.A ver con qué nos sale René Zenteno, subsecretario de Población, Migración y Asuntos religiosos.El y Francisco Blake, Salvador Beltrán del Río, Genaro García Luna y demás funcionarios bajo cuyo análisis está el nuevo reglamento.Un reglamento con el cual se buscan tapar muchas lagunas de una ley laxa.UN EXTRAORDINARIO SIN CONSENSOLejos de tomar forma, la idea de un período extraordinario de sesiones se desvanece en el Congreso de la Unión.Ni la presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, ha sido eficaz empleada de Felipe Calderón en este empeño.Ella misma se contradice.En Washington, declaró ayer, “tuvimos la oportunidad de reunirnos prácticamente todos los coordinadores parlamentarios… Ahí revisamos los pendientes de la agenda que tenemos…”.Como los coordinadores la desmintieran porque en la Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos sólo se tocaron temas bilaterales, Vázquez Mota debió aclarar en la misma conferencia de prensa:“… también yo conversé con algunos coordinadores parlamentarios, no con todos pero con algunos…”¿Por fin?¿Con “prácticamente todos” o con “algunos”? Ella, Josefina Vázquez Mota, y su Junta deben lanzar la iniciativa al pleno de la Cámara de Diputados para el extraordinario.En esas manos están la esperanza de Calderón y la eficacia del discurso gubernamental.