Teléfono Rojo
* El inútil intento de deshacerse de Padierna* Fracasada negociación Chuchos-Ríos Piter* Revisarán alianza y postulación de EncinasEl surgimiento de la nueva dirigencia perredista parece más de lo mismo, pero tiene características novedosas.Cierto, estuvo antecedido de la vieja historia de pelearse en público y arreglarse en privado, bajo las sábanas.Así quedaron representados los grandes bloques tribales: Los Chuchos o Nueva Izquierda (NI) y sus adversarios alineados con Andrés López y su eterno operador René Bejarano, ahora sin máscara y con plenos derechos en el PRD.Pero si antes la facción de Jesús Ortega obtenía la secretaría general mediante negociaciones, desde 2008 se hizo de la presidencia con operación electoral de gobernantes panistas y priístas, y legal con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).Desde 2008, al arribo del Chucho mayor, se dieron a la tarea de dominar el Consejo Nacional y por esa vía pretenden mantener un larguísimo control del PRD.Repetida la presidencia con Jesús Zambrano, el alter ego de Jesús Ortega, su siguiente meta es demostrar su peso en la postulación de candidatos para 2012.Las encuestas no les dan para aspirar a una candidatura presidencial, pero sí para presionar a Marcelo Ebrard en aras de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, las senadurías capitalinas y la mayoría de diputaciones locales y federales.Ebrard sabrá cuánto cede a este chantaje.PESO DE LA DUPLA LOPEZ-BEJARANOEsos Chuchos deben sobrevivir con una pareja incómoda.Tan incómoda para haber intentado -y fracasado- su eliminación antes de tenerla en el comité perredista.Esta es la base de la historia:Desde semanas atrás Los Chuchos tenían asegurada la mayoría de votos del Consejo.Cuando El Peje y El Señor de las Ligas decidieron lanzar a su alfil Dolores Padierna y Marcelo Ebrard a Armando Ríos Piter, Los Chuchos iniciaron negociaciones en busca de alianzas.El blanco inicial fue Ríos Piter.Le ofrecieron declinar a cambio de la secretaría general, con Jesús Zambrano como presidente.Ríos Piter no aceptó y fueron a primera ronda.La baja votación de Ríos Piter, la cual refleja el peso real de Ebrard en el Consejo Nacional, desencantó a Los Chuchos porque la suma no daba los dos tercios necesarios y por estatutos la secretaría general es para el segundo lugar.Ni cómo deshacerse de Dolores Padierna.Aun cuando conquistaran algunos votos lopistas o bejaranistas, habría problemas porque entonces éstos y Padierna se irían a tribunales y perderían.Por eso recurrieron a la única salida posible para no judicializar otra vez la elección perredista.NINGUN PANISTA GENERA CONFIANZAOtro factor en juego es el estado de México.Los hechos y la posición furibunda de Andrés López no favorece a Los Chuchos.Aunque el próximo domingo la votación inducida respalde la alianza PAN-PRD, no hay en el horizonte mexiquense un candidato triunfador y menos si Alejandro Encinas es congruente en su promesa de no contender bajo las siglas panistas.Esta falta de candidatos -los panistas Ulises Ramírez, José Luis Durán y Luis Felipe Bravo no garantizan el triunfo con una izquierda escindida- es muy preocupante porque echaría por tierra el dicho chuchista del éxito aliancista.Además, la campaña pejista han permeado en el perredismo.En adición a estos obstáculos, Padierna no será dócil como la también pejista Hortensia Aragón, siempre calladita y modosita, y aprovechará el cargo para desacreditar la coalición.Por eso entrará a revisión la candidatura del PRD y no se sorprenda usted si al final, con cualesquier pretextos, se busca una salida para romper la alianza.Y para apoyar a Alejandro Encinas, quien en último extremo iría sólo con el PT, Convergencia y el ala pejista del PRD.