Teléfono Rojo
* FCH impone militares a los gobernadores * Ni así se coordinan con el Ejército y la PF * Algunos nombramientos de Semana Santa Desde su azarosa asunción en diciembre de 2006, Felipe Calderón marcó la línea de militarización. Y desde entonces, a más de su discurso recurrente, sus relaciones con los gobernadores han estado agobiados en sus citas en Los Pinos y en visitas presidenciales a sus estados por un solo tema: la seguridad. En ambas circunstancias se analizan estrategias, se piden apoyos y no siempre se obtienen respuestas. Un dato: en Zacatecas en tiempos de Amalia García apenas se tenían unas cuantas patrullas de la Policía Federal, algunas de ellas debidamente guardadas. Ogro: en Coahuila fue escandaloso el reclamo de Humberto Moreira cuando, tras las ejecuciones de fin de año en Torreón, recordó cómo en varias ocasiones fue bateado al pedir refuerzos militares y policiales. Eugenio Hernández se fue de Tamaulipas sin el apoyo logístico necesario, pues entonces la prioridad era Chihuahua y en especial la violenta Ciudad Juárez. En Tamaulipas su sucesor Egidio Torre Cantú es la mejor ilustración del tema de hoy. CUANDO LA RECOMENDACION ES ORDEN El sello del sexenio, comentábamos, es la militarización. Así como Felipe Calderón apareció en Michoacán cuando empezó a apalear el avispero criminal, sin saber sus dimensiones según confesión propia, así quiere ver a los gobernadores. Lo ha conseguido en gran medida. A la nota: Ha pedido a prácticamente todos los gobernadores por sus secretarías de Seguridad Pública en manos de militares de rango, de preferencia generales y qué mejor con largo currículum o jubilados. La mayoría ha cedido. Lo hicieron, a manera de ejemplo, quienes fueron electos en julio de 2010. Es el caso del tamaulipeco Egidio Torre Cantú. Tras ser reconocido, en su primera visita a Los Pinos como gobernador electo ofreció total colaboración con el gobierno federal y decidió entregar la seguridad pública a un militar. La designación recayó en Ubaldo Ayala Tinoco, quien al renunciar el pasado fin de semana acusó a Torre Cantú de promesas vanas y palabra violada por él mismo. Se sentía respaldado por el presidente y, a pesar de ello, debió irse por diferencias con su jefe. Pero su jefe Torre Cantú sigue en la línea militar y por ello llamó a Rafael Lomelí Gutiérrez. NO SE COORDINAN Y SALTA CALDERON No hay sentimiento alguno contra las designaciones castrenses en puestos civiles. El tema se aborda porque hay una pregunta no contestada: -Si son militares la mayoría de los secretarios de Seguridad Pública de los estados, y aún de los municipios, ¿por qué no se coordinan con los mandos federales del Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina y la Policía Federal? Si el tronco común definiera conocimiento e intereses, a estas alturas del sexenio Felipe Calderón no andaría, un día sí y al siguiente también, con acusaciones a los gobernadores de falta de colaboración. Porque ellos ya le entregaron en su mayoría el área correspondiente. EL PRI ENTRARA A LAS REDES SOCIALES Los días de asueto no frenan nombramientos. Algunos: Humberto Moreira ha designado, acaso porque las encuestas de Guillermo Sesma recomiendan pulverizar información y propaganda, aDavid Penchyna como vocero del PRI. ¿Acaso no sienten la golpiza del gabinete? Pronto Oscar Pimentel se sumará a un ambicioso proyecto de interacción con la sociedad a través de ediciones y redes sociales -Twitter, Facebook y otros-, en sustitución de Miguel González Avelar. Tal vez así pretenden responder al calderonismo. Y Gabino Cué encomendará su representación en México y su imagen en Emilio Trinidad. ---0-0--- Felices Pascuas a todos. Luego nos veremos.