Groserías
La maestra se presentó con un reporte: quiero que castigue con 15 días sin clases a este alumno; me ofendió. Leí el reporte que señalaba que el alumno había dicho: “me vale una chingada”
Maestra, le expliqué, aquí no la ofende a Ud.; no dice váyase a la chingada, dice: “me vale una chingada”, al margen de la vulgaridad de la expresión, no se ponga el saco cuando no sea para Ud.
Esto viene a colación porque hoy en día, ya no sé lo que es grosería, me explico con un cuentecillo que me llegó por Internet:
Estando en la escuela, la Maestra, cacha a Pepito diciendo groserías y de castigo le deja de tarea hacer un escrito donde le explique a todos sus compañeros ¿qué es grosería? Al día siguiente Pepito lee su escrito que dice:
Grosería es que el salario mínimo de un trabajador sea de $67.29 al día ($2,050 al mes) y el de un pinche diputado de $150,000.00 pudiendo llegar con dietas y otras pendejadas a más de $200,000.00
Grosería es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el más pendejo concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
Grosería es que los pinches políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les de su chingada gana.
Grosería es comparar la jubilación de un pinche diputado con la de una viuda.
Grosería es que los pinches diputados sean los únicos huevones de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo con el ISR.
Grosería es colocar en la administración a miles de cabrones asesores (amigotes con sueldo), en puestos que merecen los técnicos más calificados.
Grosería es el chingo de dinero destinado a sostener a los pinches partidos aprobados por los mismos políticos huevones que viven de ellos.
Grosería es que a un pinche político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su chingado cargo (ya no digamos intelectual o cultural).
Grosería es el costo que representa para los pendejos ciudadanos, pagarles comidas, coches oficiales, choferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito a gobernantes.
Grosería es que esos méndigos haraganes tengan casi cinco meses de vacaciones al año: incluida la Navidad, más la Semanas Santa y de Pascua —a pesar de que muchos de ellos se declaran laicos— más vacaciones en verano ¡Que poca madre!
Grosería es que esos políticos de la chingada, cuando dejan el cargo, tengan a la mano otro hueso.
Grosería es que esos lame-botas de ex ministros, ex secretarios de estado y altos funcionarios de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos pinches salarios del erario público.
Grosería es que se utilice a la bola de mierda de los medios de comunicación para transmitir a la sociedad lo que a los pinches funcionarios les conviene y que representa un costo para el bolsillo de los ciudadanos...
Grosería es que todos esos hijos de su chingada madre, nos oculten sus privilegios mientras hablan de política social, derechos sociales, derechos humanos, libertad de expresión, etc.
…Al terminar de leer Pepito su carta, la maestra gritó a todo pulmón: ¡Pepito!, estás bien cabrón, es una chingonería eso que acabas de decir, vamos todos juntos a mentarles la madre a esa bola de huleros ¡Y que tizne a su madre el que no vaya!… ¡Así de sencillo!
Mientras leíamos la carta de Pepito, el presidente EPN fue a Roma regalarle al Papa Francisco: una camiseta de la selección nacional y una virgen de Guadalupe, ambos símbolos usados por el gobierno para manipular al pueblo, aprovechándose de su ignorancia y de sus creencias… ¿Y el Estado laico, Papá?, ¿o es otra grosería?