Desvergüenza electoral
La novedad en materia política michoacana son los impúdicos coqueteos que se están lanzando el PAN y el PRD a fin de concertar una alianza electoral con miras a competir por la alcaldía de Morelia. Como se recordará, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), o más bien la sala regional del TEPJF con sede en Toluca, determinó anular la elección del 13 de noviembre anterior para la presidencia municipal de Morelia y, en consecuencia, desconocer el triunfo de Wilfrido Lázaro Medina y su planilla, candidatos del PRI en dicha elección, con base en unos argumentos verdaderamente deleznables: el hecho de que un boxeador haya traído un emblema del PRI en su calzoncillo en una pelea celebrada en Las Vegas, Nevada, E.U.A., la noche previa a la elección, y la aparición de Wilfrido Lázaro en la transmisión por TV del cierre de campaña de Fausto Vallejo.Acerca de este tema surgen varias interrogantes: la primera es ¿por qué el criterio de los magistrados de la sala superior del TEPJF resultó diferente al de los magistrados de la sala regional con sede en Toluca, si los hechos impugnados eran los mismos?; dos, ante el hecho de que la sala superior ya validó el proceso electoral y reconoció el triunfo de Fausto Vallejo para la gubernatura, ¿porqué los estrategas de Wilfrido Lázaro no presentaron el recurso de revisión que les hubiera permitido llevar el caso ante la sala superior y en su lugar aceptaron sin más la resolución de la sala regional? tres: Marko Cortés, el candidato del PAN a la alcaldía, se cansó de decir que él había sido el triunfador en Morelia y, en una postura lópezobradorista, exigió el recuento voto por voto y casilla por casilla; ¿porqué hoy entonces no vería con malos ojos una alianza con el PRD? ¿no se sentirá capaz de derrotar al PRI aun sin transmisiones de TV y logotipos en los shorts?Pero lo que no deja lugar a duda alguna y por eso no se plantea como pregunta sino como afirmación es la desvergüenza del PRD. En la elección para gobernador este partido cayó hasta el tercer sitio pero no quedó tan alejado de los primeros lugares: el PRI (y su aliado el PVEM) obtuvieron el 35.42% de los votos; el PAN y su aliado el PANAL, el 32.62%; y el PRD, junto con el PT y algo antes conocido como Convergencia, el 28.86%. En la elección anulada en Morelia, ganó el PRI con 40.19%, seguido por el PAN con 39.43%; y el PRD se desfondó hasta el tercer sitio con sólo el 14.98% de los sufragios. Hoy su dirigente nacional, Jesús Zambrano, plantea sin rubor alguno la posibilidad de aliarse con el PAN para derrotar al PRI en la elección extraordinaria de Morelia, que se celebrará el próximo 3 de junio.Lo anterior significa que el PRD no presentaría candidato propio tras la debacle de Genovevo Figueroa, sino que seguramente se sumaría a Marko Cortés. Ello genera otras dudas: ¿ya le pedirían permiso al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador para aliarse con el PAN? Es bien conocida la tirria que le produce a AMLO la sola mención de las alianzas con el PAN. ¿Ya calcularon el efecto que tendría que en la propaganda electoral por la presidencia municipal de Morelia fueran juntos PAN y PRD, mientras que en la propaganda por la presidencia de la República AMLO y (posiblemente) Josefina Vázquez Mota se dan hasta con la cubeta? Y lo mismo ocurriría con quienes contiendan por las diputaciones federales y senadurías. Por un lado el enfrentamiento entre izquierda (o lo que se presenta como tal) y derecha, mientras que para la elección por Morelia van juntitos y de la mano azules y amarillos. Esa pretendida alianza no es sino el reflejo de las reacciones viscerales de quienes tanto en el PAN como en el PRD no han podido asimilar la derrota de noviembre anterior.