Como anular a una persona/Santiago Heyser
Me llegó por FaceBook un escrito de Ana Cristina Aristizábal Uribe, a la que a la distancia agradezco una opinión que puede ayudar a muchos padres, funcionarios y políticos.
Con el título “Como anular a una persona”, escribe Ana Cristina: “El peor daño que se le hace a una persona es darle todo. Quién quiera anular a otro solo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que enfrente los problemas (o posibilidades) de cada día, que tenga que resolver dificultades.
Regálele todo, la comida, la diversión y todo lo que pida. Así le evita usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada, como un estanque de agua que por inactividad pudre el contenido.
Aquellos sistemas (o padres) que por “amor” o demagogia sistemáticamente le regalan todo a la gente (hijos), la vuelven más pobre entre los pobres. Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados casi todos los seres humanos.
Quien ha recibido todo regalado se transforma en un indigente, porque asume la posición de la víctima que solo se queja. Cree que los demás tienen la obligación de ponerle todo en las manos y considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.
Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse en alguien útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien, y cuando esa ayuda no llega, culpa a los demás por su “desgracia” (no por anularlo como persona, sino por no volverle a dar). Solo los sistemas más despóticos (o los padres “consentidores”) impiden que los seres humanos desarrollen toda su potencialidad para vivir. Creen estar haciendo bonito, pero en definitiva están usando un arma para anular a las personas.”,… y luego dicen que es por amor.
Cierra su colaboración Ana Cristina con una reflexión: Esto: “no quiere decir que la caridad de una ayuda TEMPORAL no sea necesaria en momentos especiales.”
Leer a la Srita. Aristizábal me recordó la historia de los reyes, que para evitar una guerra y la muerte de muchos, deciden pelear ellos dos, acordando que el que pierda entregará a su hijo al otro. La pelea se lleva a cabo y el rey perdedor cumple entregando a su primogénito al rey ganador, con la triste expectativa de verlo asesinado. El rey ganador no mata al hijo que recibe, sino que se encarga de el por veinte años, años en los que al príncipe le dan todo lo que pide y cumplen todos sus caprichos;… al paso de los veinte años, el rey ganador le regresa el hijo al rey perdedor,… convertido en un monstruo que no sirve para nada y que cree que merece todo.
México se está cayendo en pedazos, producto de una clase política que ha recibido todo y salvo honrosas excepciones, está podrida. El agandalle, el egoísmo, la autojustificación de la corrupción y la manipulación mentirosa nos están corroyendo ante la mirada atónita de un pueblo apático y cobarde que no es capaz de defender sus derechos. Estos enanos mentales se sienten encumbrados porque un partido los postula o un gobernante los designa o porque temporalmente gozan de un poder que les permite influir en las vidas de otros… Si queremos otro México, necesitamos otro tipo de ciudadanos, de funcionarios, de políticos y de gobernantes. De eso se trata el presente artículo, de ¡Despertarte! para hacer lo que debemos de hacer al costo que sea, iniciando por defender lo correcto y educar a nuestros hijos y a los futuros ciudadanos en la cultura del esfuerzo, la dignidad personal y la responsabilidad… ¡Así de sencillo!