Perfiles/Arnulfo Mora
Después de mucho ruido, la llegada de Zamudio al PRI le bajaron de tono, como tenía que ser. Diríase que se cumplió con la primera etapa y la segunda no se sabe cuando ni como. Lo cierto es que no pasó nada extraordinario al interior del tricolor, aunque viéndolo bien, lo que vino después podría entenderse como una fría respuesta para el ex alcalde, hoy de nuevo priísta. Tanto ruido zamudista hizo pensar que habría desbandada de los grupos del PRI y dejarían solos a los que ya se decían aspirantes a candidatos. Muy al contrario, y casi silenciosamente, aparece otro valiente poniéndose en la fila para buscar también la candidatura a la alcaldía. Se trata de Armando Tafolla Ramos, un pequeño empresario que piensa en grande. Y digo esto porque pensar en ser alcalde no es cosa pequeña, quien lo logre lo sabrá de sobra. Con la entrada de este hombre a la competencia, yo en lo personal deduzco dos cosas: Una, que los ya conocidos como aspirantes no tienen el cobijo de todos los grupos y Dos, que la llegada de David Zamudio no distrajo a todos, no complace a todos y que lejos de verse apabullados, se fortalecieron más los más ánimos de quienes confían pueden convertir al tricolor en partido ganador. Confieso que al igual que otros seguramente, al saber de Armando Tafolla de inmediato lo ligué familiarmente con los Tafolla que ayudaron a Gustavo Torres Camacho a que llegara al poder y por igual, a que perdiera el trono y de paso, que el PRI, el municipio y la sociedad, registre en su contra una de las peores administraciones de la historia. Pero Armando Tafolla pinta su ralla y afirma no tener más que la coincidencia del apellido. Este Tafolla acepta que no es muy conocido como político y no se espanta porque a su juicio eso no es debilidad. Al contrario, afirma, “no estoy copiando poses, frases ni discursos, estoy buscando representar una nueva propuesta para las nuevas generaciones del PRI y más allá de sus filas”. Con cierta verdad responde que este puerto es ahora un semillero de triunfadores pero no a la sombra de los políticos y en ellos se refleja. “Me considero un triunfador en mis proyectos personales, ahora esta experiencia la quiero compartir con los que se sientan igual dentro de mi partido, y que juntos, un equipo de triunfadores, pongamos en su justo lugar a nuestro municipio”. Vaya, pues Armando Tafolla trae lo suyo y más vale que en su partido no le den la espalda. EN EL PRD SE EMPAREJAN. No cabe duda, los políticos cambian d color conforme el clima. Unos tiemblan al amanecer, mientras otros sudan, otros se ponen hasta morados mientras que otros de plano ni se dan cuenta que el tiempo pasa y se les pasa. Así los hay en todos lados, de todos los colores y de todos los tamaños. Pero en el sol azteca como que toman forma las reacciones. Es el caso del secretario municipal, Manuel Barreras, que algo por las presiones de su equipo político, algo también por las indefiniciones que lo rodean en el palacio, finalmente se atreve a decir que si quiere y que allá otros si siguen el juego de las escondidas. El dardo del secretario lleva destinatario sin duda alguna. Si el equipo “marianista”, dígase Roberto Campos, no marcaba señales claras, ahora es Manuel Barreras y el Moduc “melgosista” los que buscan la batuta. No hay choques ni rupturas a la vista, se trata de no atrasar más tiempo la señal de quien se perfila de ese lado para candidato. Las previsiones ya se toman en el Moduc para que no haya reversa en el proyecto. Esto implica sus riesgos desde luego. El mayor, que más adelante se atraviese otro de la misma línea y eso si, daría al traste el proyecto unificador. Tome nota: Nadie explica como, pero apuestan a que el diputado local desista de sus aspiraciones. Si ese milagro ocurre, el PRD irá algo así como en “caballo de hacienda a repetir en el poder. Si falla la apuesta, el pronóstico sigue estando en chino. Es en este trance donde cobra importancia el grupo Izquierda Social Democrática de Adolfo Tovar y compañía. Difícil de creer, pero se dice que “marianistas” y el ex alcalde interino podrían formar una planilla en común, desde luego, con Manuel Barreras a la cabeza. La frialdad debe imponerse en el grupo en el poder, porque una sobre calentura, contaminaría no solo el proyecto, sino el proceso mismo al que le apuesta el perredismo. Tovar tampoco es ajeno a que las cosas salgan bien para ambos lados, porque un mal cálculo les dejaría solo el sabor de haberse cobrado las venganzas. EL YERNO NO ES INCOMODO. El Dr. Jesús Cázarez, médico titular de la Jurisdicción 08, ha sido señalado como aspirante a la candidatura por la presidencia, desde luego por el sol azteca. Él mismo lo acepta pero niega ser el “yerno incómodo”, esto porque su suegro es el mandamás de SCOP, Desiderio Camacho, y que podría ser su “padrino” en esa aventura. “Creo que el lazo familiar es una circunstancia, pero que nada influye en que yo aspire a un cargo público, como tampoco es justo que a esa relación se atribuya mi actual cargo toda vez que por principio, soy militante del PRD, y como tal, tengo derechos, y además, creo tener méritos propios que sostienen mis pretensiones políticas”. Y ni quien le refute o le niegue razones al médico. por añadidura, y aunque no tenga que ver con la política, pero sí como mérito personal, en más de cien kilómetros a la redonda, Cázarez es el único que ejerce la especialidad de Anatomía Patológica, lo que lo mantiene en vinculació9n con la mayoría de los laboratorios de Análisis Clínicos en el entorno. Comento esto porque no falta que se diga que su profesión se la debe al suegro. El asunto es que el médico Cázarez tiene aspiraciones, es también del Moduc, y aunque él no lo precisa, parece que se inclina a la sombra del legislador Oseguera. La inclinación tampoco es obra del suegro, supongo. Como jefe médico de la Jurisdicción, sin duda que ha tenido un desempeño digno de aplaudirse. HASTA LA VISTA