Interrogan a niño presuntamente golpeado por profesor en Zitácuaro
ZITÁCUARO, MICH., 17 de marzo de 2011.- Fuerte es el silencio y el miedo del niño Jesús Alejandro Perdomo Carbajal, a casi un mes de ser agredido con un palo de escoba por el maestro Tomás Rebollar Rangel, quien está al frente del Grupo “B”, turno vespertino, del sexto grado de primaria en la escuela José María Morelos de esta cabecera municipal.Ayer miércoles, en las oficinas de la Visitaduría Regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de esta ciudad, Perdomo Carbajal sostuvo, acompañado de su madre Patricia Carbajal Arizmendi, y del visitador Efraín Omar Rangel Ángeles, una entrevista de más de una hora con la trabajadora social Carmen Juárez Rebollar y la psicóloga Olivia Hernández Reyes, ambas empleadas del DIF-Municipal.A lo largo de la conversación, el niño manifestó abierta y veladamente temor para hablar, para relatar cómo fue agredido por Rebollar Rangel en la última semana de febrero.Fueron varias las ocasiones en que el infante guardo silencio ante las preguntas de las dos mujeres.Cuando habían transcurrido casi 20 minutos de interrogatorio, soltó: me da miedo de que el profesor me haga algo a mí o a mis papás.Juárez Rebollar y Hernández Reyes intentaron luego que Perdomo Carbajal les definiera qué era el miedo.También en varias ocasiones le preguntaron si era travieso, latoso o desobediente y si por ello Rebollar Rangel lo había agredido.Con el temor reflejado en sus ojos, Perdomo Carbajal dijo que “no” y que el día de la agresión sólo había dejado su banca para recoger un papel que había arrojado una de sus compañeras.La paliza vino después de que el profesor lo halló alzando en papel. La fuerza de los golpes hizo que el palo de escoba se rompiera.La madre del niño relató que fue un compañero de su hijo quien le informó sobre la agresión. Lejos de aceptar, Perdomo Carbajal negó el hecho diciendo que había sido un accidente.Ante Juárez Rebollar y Hernández Reyes, Perdomo Carbajal reconoció, minutos después, que actuó de dicha manera por miedo y porque en su familia le han enseñado que “los hombres no deben ser chismosos”.Después de que la psicóloga le mencionara al niño agredido que con la queja interpuesta por su madre ante la CEDH estaba en riesgo de no terminar sus estudios de sexto grado de primaria y retrasar su ingreso a la secundaria, Perdomo Carbajal dijo que no tenía temor a regresar a clases y en el mismo grupo.Narró que tiene muchos amigos y que el profesor Rebollar Rangel nunca había emitido un reporte de mala conducta a la dirección de la escuela.En entrevista anterior al interrogatorio, el visitador comentó a Quadratín que los directivos de la escuela José María Morelos intentan desactivar el problema con la puesta en operación de un plan de trabajo para “difundir, fortalecer y establecer qué tipo de prácticas son las más viables para realizar de mejor manera el quehacer docente”.Dicho plan consta de tres puntos y siete incisos y fue presentado ante la Visitaduría Regional por el supervisor escolar de la zona 242, José Manuel Gutiérrez López, y Manuel Baños Rueda, director del plantel.Cabe mencionar que en ninguna parte de dicho plan se menciona qué sucederá con el profesor Rebollar Rangel de hallársele culpable de agredir no sólo Perdomo Carbajal.El visitador adelantó que el llevará hasta el final dicho caso, no obstante si en algún momento la madre del niño golpeado retira la queja.Efraín Omar Rangel Ángeles agregó que, incluso, ampliarán las investigaciones sobre Rebollar Rangel, ya que ahora se sabe que imparte clases en una escuela de Valle Verde, en el mismo municipio de Zitacuaro, pero en el turno matutino.