Se consolida IMSS como campo de investigación
MORELIA, Mich., 11 de marzo de 2014.- El Centro de Investigación Biomédica de Michoacán (CIBIMI) -uno de los cinco que tiene el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en todo el país- consolida a esta institución, también como un campo importante de la investigación científica, cuyos resultados son la base de futuros beneficios para los derechohabientes, oportunohabientes y la misma sociedad.
Según un comunicado, lo anterior quedó de manifiesto durante la rueda de prensa ofrecida la mañana de este martes por investigadores del CIBIMI, encabezados por la coordinadora de investigación en salud, de la delegación regional del IMSS en Michoacán, Oliva Mejía Rodríguez.
Con siete integrantes que impulsan igual número de investigaciones, con temas de neurociencias, enfermedades metabólicas y crónico degenerativas y de metabolismo experimental, el objetivo de los investigadores del CIBIMI es generar conocimiento que sea difundido posteriormente a nivel nacional e internacional, como base de futuros estudios.
Al describir las líneas de investigación de algunos de los integrantes del CIBIMI, la doctora Luz Torner Aguilar, cuyo protocolo versa sobre el impacto del estrés sobre el binomio madre-hijo y que ha publicado más de 29 artículos internacionales sobre el tema, aseguró que si una embarazada sufre de estrés cuando se gesta un nuevo organismo, genera una conducta materna inadecuada, en deterioro cerebral del gestante, lo que afecta la vida futura del recién nacido.
Observó que el bajo peso, la prematuridad, problemas metabólicos o cardiovasculares en el recién nacido, entre otros, son consecuencias del estrés en la embarazada, por lo que se pronunció a favor de una cultura de la prevención de dicha eventualidad, que incida en una mejora de la salud de la población en general.
En su oportunidad, la doctora Naima Lajud Ávila, cuya línea de investigación son los mecanismos neurales de la programación durante el desarrollo, explicó que el sistema nervioso central en la infancia es vulnerable a la información del medio ambiente. Es decir, se trata de un mecanismo que le dicta al individuo las pautas sobre las que va a funcionar cuando sea adulto.
Evidenció que cuando el medio ambiente es agresivo se tendrán consecuencias negativas en el menor, por lo que se estudian las condiciones adversas desde la vida temprana, tales como maltrato infantil, desnutrición, acoso escolar, extrema pobreza e incluso la violencia intrafamiliar.
Los infantes en condiciones adversas son más propensos a depresión, ansiedad, síndrome metabólico, diabetes mellitus, colitis, entre otras enfermedades y es causa principal del síndrome de estrés postraumático. Incluso las marcas que dejan estas experiencias adversas al organismo, no solo repercuten en la salud del individuo mayor, 40 ó 50 años después, sino que pueden pasar a futuras generaciones .
De igual forma, la doctora Ma. Esther Olvera Cortés, con su estudio experimental de los procesos neurofisiológicos del aprendizaje y la memoria, afectados por el envejecimiento normal y enfermedades neurodegenerativas, explicó que se investiga cómo los diferentes transmisores cerebrales se organizan durante el aprendizaje y su alteración cuando existe una deficiencia en la memoria como amnesia, Alzheimer o por resultado de lesiones
Existen enfermedades que conducen a la pérdida de la memoria que es diferente a la persona que envejece normalmente y aparece la demencia senil. Expuso que se buscan evidencia con métodos no invasivos como el electroencefalograma para estudiar la alteración o deterioro cognitivo.
También el maestro en ciencias Miguel Ángel López, cuya investigación tiene que ver con la neurona epiléptica, explicó que la epilepsia no es otra cosa que el “encendido” de muchas células y que genera una crisis cerebral o alteraciones en la corteza del cerebro que hacen que el individuo pierda la conciencia.
Los fármacos hacen que dicho “encendido” de células se apague pero generan en ocasiones somnolencia y eso no permite a un infante el acudir a la escuela, por ejemplo, por lo que se estudian sustancias que “apaguen” las zonas dañadas pero que las restantes del cerebro se mantengan “encendidas” para la actividad diaria, señaló.
Como se recordará, los investigadores del CIBIMI, participan dentro de la Semana internacional del cerebro que en Morelia, como en muchos lugares del país y el extranjero, se organiza, con el objeto de impulsar entre la población el conocimiento de lo que realiza la disciplina de las neurociencias, a favor de la misma.