Deficiente la conservación de los ecosistemas en Morelia: UNAM
MORELIA, Mich., 3 de septiembre de 2011.- Guillermo Ibarra Manríquez, integrante del Centro de Investigadores en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia reconoció que la capital del estado ha crecido a expensas de los ecosistemas.“Morelia por ser capital del estado está deteriorado en muchos sentidos. El crecimiento de la ciudad no ha sido muy ordenado”, puntualizó.Al realizar una excursión botánica en las Cuencas del Río Chiquito y Los Paredones en el marco de la conmemoración del 70 aniversario de la Sociedad Botánica de México, dijo que en la parte sur de la ciudad en los cerros Quinceo y Las Tetillas se puede observar un alto grado de deforestación.“El grado de conservación de estas zonas son muy deficientes. Hay un problema muy fuerte porque no hemos sabido congraciar el crecimiento urbano y las necesidades humanas con el mantenimiento de la biodiversidad”, lamentó el investigador.Morelia es el municipio mejor representado florísticamente en Michoacán, con alrededor de dos mil especies de plantas vasculares, sin embargo, se desconoce el número exacto de especies que se han perdido por la deforestación y el crecimiento de poblacional.“Yo esperaría que no muchas especies hayan sido eliminadas; pero si conocemos de algunas especies que están amenazadas, tal como el zapote negro. Hay varias especies que podrían estar amenazadas pero no lo sabemos por lo que tendríamos que realizar estudios particulares para saber el estado de conservación de las plantas”, abundó Ibarra Manríquez.En la excursión estuvo presente Jorge Meave Del Castillo, presidente de la Sociedad Botánica de México, así como estudiantes del Distrito Federal, Aguascalientes y de la entidad que durante más de cinco horas observaron y analizaron la biodiversidad con la que cuenta Morelia.Ante el problema de deforestación, el investigador de la UNAM en la capital del estado, admitió que los sectores productivos, gubernamentales y académicos no se han puesto de acuerdo para respetar áreas con diferentes propósitos, tales como: el crecimiento humano, aprovechamiento y de conservación.Por último, reconoció que habiendo más voluntad política y que los intereses económicos no fuera algo fundamental habría un mejor cuidado a la naturaleza.