Educación en valores, para una sociedad más justa: Graciela Andrade
MÉXICO, DF, 4 de abril de 2011.- El sistema educativo nacional debe articular de mejor forma, y profundizar en todos sus niveles, la enseñanza de valores laicos que faciliten una convivencia más armónica en la sociedad, aseguró Graciela Andrade, titular de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), al participar en el Encuentro de Educación y Valores para la Convivencia del S. XXI, que organiza la Secretaría de Educación Pública (SEP), con motivo de los 90 años de su fundación.En la inauguración del Encuentro –a desarrollarse del 4 al 9 de abril-, Margarita Zavala, Presidenta del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), aseguró que la perspectiva del macro evento es la formación de “una sociedad honesta, libre, democrática, tolerante y en paz, es decir, para que seamos mejores mexicanos… (y una) esperanza para formar mejores hijos”. En tanto, el secretario de Educación Alfonso Lujambio, sostuvo que el gran objetivo del Encuentro es “generar un gran acuerdo nacional sobre los valores que todos los mexicanos debemos impulsar en este siglo”, además de considerar que no se puede atribuir a la pobreza la inclinación a la violencia, pues en todo caso se trata siempre de una decisión moral. Por la tarde, al participar en uno de los foros simultáneos, Graciela Andrade sostuvo que la función social de la educación no puede reducirse a la formación profesional y técnica, pensando sólo en la planta productiva, sino que ésta debe reencontrar su sentido en la construcción de una sociedad más justa y humana, lo que es posible bajo el despliegue de una pedagogía humanista. Aseguró que en Michoacán se trabaja bajo estos principios, en la apertura de nuevas opciones educativas para que ningún joven se quede sin estudiar, y que se han incorporado como asignaturas estatales en la educación básica, Derechos Humanos, Equidad de Género y Ecología, entre otras. El Encuentro convoca a especialistas en distintos ámbitos como los ex presidentes Felipe González y Álvaro Uribe, de España y Colombia, respectivamente; hombres de ciencia, como el Nobel de Química Mario Molina; politólogos como Federico Reyes Heroles y José Woldemberg; luchadoras sociales, como la Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, entre muchos otros.