Sensacional victoria de Monarcas 3-2 sobre Cruz Azul
MÉXICO, DF, 9 de abril de 2011.- Monarcas descarriló a la Máquina en sus propias vías y los doblegó tres goles por dos en la cancha del Azul, para adjudicarse el subliderato general, en una tarde de ensueño de Elías Hernández que marcó un gol de crack.Al minuto 10 Cristian “Chaco” Giménez adelantó a la Máquina tras un cobro de tiro de tiro libre de manera exquisita que dejó sin oportunidad al portero argentino Federico Vilar y de esa forma poner el 1-0 en el marcador.Seis minutos después Rafael Márquez Lugo mandó el esférico al fondo de la portería para igualar los cartones, tras una descolgada del ecuatoriano Joao Rojas que desparramó a defensores por la banda izquierda.Al minuto 7 de la parte complementaria Miguel Sabah salió del terreno de juego tras una molestia en la pierna derecha, producto de un rodillazo, perjudicando el nervio ciático.La emoción regresó minutos más tarde con un gol de antología de Elías Hernández que bombeó el de gajos por la humanidad de Jesús Corona y adelantar a los michoacanos dando la voltereta al marcador en un contragolpe explosivo que nació de un tiro de esquina por parte de los locales y que culminó en las redes del mismo.Pero la emoción les duró poco ya que en el 18´ Waldo Ponce emparejó una vez más los cartones, rematando a escasos metros de la línea de gol prendiendo el balón de aire.Cruz Azul despertó con el empate y empezó a generar llegadas de verdadero peligro en busca de los tres puntos, pero las buenas intervenciones de Vilar mantenían la igualdad en el marcador .Cuando el partido moría, Monarcas Morelia sorprende una vez más por el costado izquierdo tras la llegada de Jaime Lozano que mandó el balón al corazón del área donde controló con el pecho Elías Hernández y de pierna izquierda la mandó a guardar para finiquitar el triunfo de los michoacanos y marcar su segundo gol del partido.Monarcas con el triunfo se adjudicó del segundo lugar general de la competencia con 24 unidades, sólo por debajo de Pumas que suma 25 unidades y de paso quitarle el invicto a la máquina en sus propias vías.