Con éxito se llevó a cabo el cuarto Rally Infantil de Documental
MORELIA, Mich., 1 de mayo de 2011.- Desde las 8:00 horas, más de 80 niñas y niños procedentes de distintos municipios como Zitácuaro, Angangueo, Pátzcuaro, Erongarícuaro, Tacámbaro y Morelia se reunieron en su día para celebrarlo como auténticas estrellas de cine. Apostados en el corazón del Centro Histórico de la capital michoacana, tomaron una última capacitación por parte de sus maestros, desayunaron y esperaron a que se diera el claquetazo de arranque para así desplazarse a distintos puntos de la ciudad y cumplir con la difícil misión de elaborar un documental en menos de 12 horas. La ceremonia inaugural fue un acto sencillo y emotivo, encabezado por la directora de Juguemos a Grabar, Sonia Aburto, quien estuvo acompañada por la maestra Elva Rosa Morales, coordinadora de Investigación en Dirección General de TV Educativa, de la Secretaría de Educación Pública, así como por personal de Cinemex, uno de los patrocinadores del rally.De esa forma, los cuatro equipos conformados se fueron a grabar a las sedes ya asignadas: el conglomerado amarillo, dirigido por Camilo Lachino, rodaba en la Casa Natal de Morelos, donde niñas y niños aprendían un poco de historia para compartirla con los espectadores. El experimentado Enrique Villegas se hizo cargo de otro grupo, éste asignado a los mercados, así que se fueron al Independencia y lograron captar imágenes contrastantes, coloridas por la variedad de oferta existente, pero un tanto dura cuando descubrieron que varios niños deben de trabajar en ese lugar por muchas horas.Bajo la dirección de Javier Wences, otra de las agrupaciones instalaba cámaras y micrófonos en la Casa de la Cultura y el Centro Cultural Clavijero, y de forma muy creativa narraban los detalles tanto históricos como arquitectónicos de esos edificios morelianos. Lo mismo hacía el equipo dirigido por Axel Escutia, pero instalados en pleno Acueducto, “construido por la gente adinerada de la época”, narrarían frente a la cámara del cuarto Rally.La jornada parecería larga, pero no resultaba así para los nuevos cineastas, quienes veían cómo avanzaba el tiempo, cómo el límite establecido por la convocatoria se acercaba a su fin. Pero cada toma tenía que salir bien, así que la calidad era uno de los objetivos planteados por cada uno de los equipos, quienes estuvieron integrados por niñas y niños de entre 8 y 16 años de edad, sin importar su condición económica o física, de tal forma que convivían sordos, débiles visuales, de baja talla y niños que afortunadamente gozan de un estado de salud estable.Pasadas cinco horas de rodaje, los equipos regresaron a la Plaza Juárez para entrar al proceso de edición, y mientras los expertos se encargaban de ello, las niñas y niños organizaban las mejores porras y disfrutaban de una merecida comida.La expectativa por ver los documentales fue creciendo entre un público que ocupó las 300 sillas instaladas en la plaza, y los que no alcanzaban, permanecían de pie o se instalaban en las bancas del lugar. Así transcurrieron algunos minutos hasta que la producción de Juguemos a Grabar informó que los discos estaban listos para ser exhibidos, con lo que todas y todos los participantes entraron en júbilo y ansias por ver en una pantalla led el resultado de su esfuerzo.Para garantizar una imparcialidad absoluta, se eligieron a dos niños y una niña entre el público asistente para que fueran los jurados, y obtuvieron un lugar en primera fila, con la promesa de que su veredicto sería inapelable.Como en la inauguración, la ceremonia de clausura se distinguió por su sencillez, por los emotivos mensajes dirigidos por Nelson García, gerente general de Cinemex, quien además anunció que los cuatro documentales serán exhibidos en las salas de ese complejo de recién llegada a Morelia. La maestra Elva Rosa Morales se dijo sorprendida por la calidez del evento, y conminó a los niños a que siempre persigan sus sueños, como sucede en el cine. Por su parte, Sonia Aburto, directora general de Juguemos a Grabar, felicitó no sólo a los pequeños cineastas, sino a todo el personal, instituciones y patrocinadores que hicieron posible la realización del 4to Rally, pues sólo con su entrega desinteresada se ha logrado superar los obstáculos con los que este tipo de iniciativas siempre se encuentran.El cierre del evento fue la exhibición de los documentales, la entrega de reconocimientos y desde luego el veredicto de “los juraditos”, quienes decidieron otorgar el primer lugar al equipo amarillo, encabezado por Camilo Lachino. Se trató de una mención tan sólo simbólica, pues en este cuarto rally todas y todos ganaron una experiencia inolvidable, y de paso se llevaron una escultura y una cámara de video como incentivo para que no dejen el fantástico mundo de la cinematografía.