El rumbo del Brexit/ Miroslava Pacheco
Después del turbio resultado del Brexit, el panorama para Reino Unido aún no se encuentra despejado. Si bien es cierto que el triunfo del referéndum fue resultado de la voluntad popular, tal parece que Reino Unido no estaba preparado para una decisión de esa magnitud.
Luego de que el pasado Junio David Cameron dimitiera como Primer ministro, el relevo de las negociaciones quedó en manos de Theresa May, lo cual prácticamente extinguió las esperanzas de una renegociación interna.Recordemos que Cameron durante el referéndum promovía un Brexit “soft” es decir, un acuerdo especial del Reino Unido con la Unión Europea sin salirse del club, sin embargo May ha dejado claro en múltiples ocasiones que “Brexit es Brexit” y por lo tanto “no se puede tener un pie dentro y un pie fuera”.Las pretensionesde la primer ministro consisten en controlar las fronteras con restricciones a los visados de los estudiantes, sanidad pública con médicos y enfermeros británicos y la obligación a las empresas para que publiquen listas de los extranjeros que tienen contratados o prevén contratar.
Lo único certero en toda esta encrucijada es que el proceso llevará un largo tiempo pues Reino Unido pretende invocar a finales de marzo la cláusula de separación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea que prevé el mecanismo para la retirada voluntaria y unilateral de un país de la Unión Europea, dicho mecanismo consiste en la notificación al Consejo Europeo,quien proporcionará las directrices necesarias para la retirada. Consecuentemente Los Tratados dejan de aplicarse al país que realiza la solicitud, desde la entrada en vigor del acuerdo, a más tardar, dos años después de la notificación de la retirada. Es importante que antes de la notificación Reino Unido decida cuáles serán las piezas que llevara bajo la manga, pues una vez que comience el proceso iniciará el mandato de negociación de la comisión y es aquí la fase más polémica de todas, puesto que hay mucho en juego. Por un lado representa un duro golpe para la Unión Europea pues Reino Unido es uno de sus mayores contribuidores al presupuesto, en 2015 aportó cerca del 12,6% del total presupuestal; y por otro lado, representa un riesgo para Reino Unido pues el comercio en ese paísconstituye más del 60% del PIB, es uno de los principales actores del comercio internacional. Es el segundo exportador, el quinto importador mundial de servicios comerciales, el décimo exportador y el sexto importador de mercancías. Por esa razón el Brexit no solo ha preocupado a los miembros de la Unión Europea, sino a los miembros de la comunidad internacional que están expuestos ante el efecto domino que provocan los futuros cambios comerciales.
Para aquellos que respaldan un Brexit "duro" o "limpio" como prefieren llamarle los partidarios, la mejor opción es abandonar por completo la Unión Europea y el mercado único para luego tener una relación basada -al menos inicialmente- en las reglas de la Organización Mundial del Comercio.