Visiones y Percepcione/Etelberto Cruz
MENTAR LA SOGA ¡EN CASA DEL AHORCADO!
Después de su histórica y memorable visita a l La Habana, en donde realizó lo que no puede hacer en ninguna ciudad y/o población de su país – caminar entre la gente, desenfadado, informal y en mangas de camisa, ir a un encuentro deportivo y disfrutar como cualquier ciudadano de ese tipo, o de cualquier otra, recreación deportiva o artístico-cultural – visitó, por dos días, Argentina y ahí, en ese día en que se cumplieron 40 años del golpe de Estado de los militares en contra del gobierno de María Estela Martínez de Perón, en su discurso en el parque La Memoria, en Buenos Aires, en español, afirmó lo siguiente:
Este parque es un homenaje a las víctimas de la dictadura, pero también a sus familias…incómodas verdades sobre los hechos cometidos por nuestros líderes durante la década de los setenta tanto en Argentina como en varios países latinoamericanos, (pero evitó mencionar una relación directa con ellos y su respaldo y protección)…Sé que existen polémicas sobre las políticas de los Estados Unidos en esos días oscuros. Las democracias deben tener el valor de reconocer cuando no se está a la altura de los ideales que defendemos, cuando hemos tardado en defender los derechos humanos, eso fue el caso de Argentina…es fundamental que avancemos (y recordó a los funcionarios de su país que lucharon mano a mano con los argentinos que durante esos años denunciaron los abusos contra los derechos humanos…tenemos la responsabilidad de enfrentar el pasado con honestidad. No podemos olvidarnos del pasado. Sin embargo, cuando tenemos el valor de enfrentarlo es cuando tenemos que cambiarlo.
Estados Unidos seguirá siendo socio en el esfuerzo de los familiares que luchan por el NUNCA MÁS A LAS DICTADURAS MILITARES.
Ahora bien, el señor Barack Obama, por muy presidente de los Estados Unidos que sea está equivocado en algunas cosas.
EL PODER NO LE CONCEDE LA RAZÓN, NI LA SABIDURÍA.
A.-El pasado no se puede cambiar. Tal vez, podría cambiar su justificación o podría justificarse como lo está haciendo él, pero cambiarse, nunca.
Nadie puede cambiar el pasado, por muy demócrata o totalitario o poderoso que sea. El pasado ahí queda. Aunque, claro, intentarán reescribir la Historia, como El Gran Hermano, de George Orwell, pero el pasado ahí estará…Es la Historia, el archivo y Maestro de la Humanidad.
B.-Es imposible, con todo lo negativo que tienen las dictaduras por la pérdida de libertades y sus efectos, desterrarlas y decirles NO. No es una cuestión de buena voluntad. Es una cuestión de Poder, de percepción de las circunstancias y, también, de lo mal que hacen el trabajo de gobernar los gobiernos demócratas, las democracias, que se llena de corrupción, de impunidad.
Es muy cierto que la inmensa mayoría de las dictaduras son esos: duras. Mas pocas, poquísimas, dejan algo bueno para sus sociedades. Ahí está Chile, con la dictadura de Augusto Pinochet. Derrocó al gobierno soberano del Dr. Salvador Allende, y lo asesino, y derrumbó las estructuras demócratas construidas, se perdieron libertades y muchísimas vidas humanas, pero dejó las estructuras económico-sociales de un nuevo Chile, que es una de las economías y sociedades más ejemplares de América.
C.-Es una incómoda verdad que esas dictaduras tuvieron el apoyo político- militar- económico de los Estados Unidos. Lo reconozca Barack Obama o no lo reconozca ahí está registrado en la Historia. Su política es de intereses no de amistades y siempre se comportarán así: si un grupo militar se ajusta a sus intereses, lo respaldarán.
Diga lo que diga Barack Obama, la Historia de América Latina, desde el siglo XIX hasta nuestros días es de constante pleito por el reconocimiento del grupo en el gobierno por parte de los Estados Unidos y en cada uno de los Estados-países-naciones y sociedades de América Latina hubo uno o dos grupos de militares que se convirtieron en dictadores con la bendición, beneplácito de los Estados Unidos y en África y Oriente Medio, y Cercano, de Inglaterra y muchísimos “hombres fuertes” llegaron al poder con los empréstitos y armas de la Pérfida Albión”, la llamada “Zorra del Atlántico”.
Que Barack Obama no venga con su baño de pureza… ¡por favor!