Escolaridad promedio en Michoacán es de primer grado de secundaria
MORELIA, Mich., 26 de abril de 2011.- De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), y del Consejo Estatal de Población (Coespo) la escolaridad promedio en Michoacán es de primer grado de secundaria, lo que revela un importante rezago educativo.Lo anterior lo corroboró Clara Ochoa, titular de Coespo quien aseveró que dichos datos revelan que la deserción escolar se presenta desde el segundo grado de primaria cuyo caso se da con mayor frecuencia dijo, en las zonas de más alta marginación.Y es que indicó que este escenario obedece a la situación de pobreza que enfrentan las familias quienes se ven obligadas a sacar a sus hijos de las escuelas y obligarlos a trabajar desde temprana edad.“Estos casos ocurren en familia con pobreza importante, donde los infantes tienen que incorporarse al trabajo a temprana edad, sobre todo se trata de las economías campesinas, hay vulnerabilidad de los niños en relación a la pobreza que da origen al trabajo infantil”, dijo.La titular de Coespo, reconoció que pese a los esfuerzos por aminorar los índices de pobreza no se registran cambios importantes, “hay pobreza, rezago educativo, rezago en salud, todo ello se convierte en un círculo vicioso”.Y es que precisó que “en Michoacán el censo de 2010 reveló un alto porcentaje de rezago educativo en lo que comprende el nivel básico, pues tenemos datos de que el primero de secundaria es el promedio de escolaridad, mientras que la deserción se empieza a ver desde el segundo grado de primaria, sobre todo en las zonas donde hay más pobreza y donde hay familias itinerantes”, dijo.Agregó que “los problemas de acceso a la educación de calidad y la pobreza que se registran son preocupantes porque los niños tienen que incorporarse a trabajo como parte de una estrategia de sobrevivencia”, destacó.Asimismo, manifestó que el mismo censo de 2010, registró un 34 por ciento de de población joven en el estado por lo que avaló la aplicación de la nueva Ley de los derechos de los niños, las niñas y el adolescente; sin embargo urgió en la necesidad de que para hacerla valer se requiere la presencia del acompañamiento de diversas instancias que hagan posible el ejercicio de estos derechos, dijo.