Comentario A Tiempo
Loable que Frank La Rue, relator especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión de Naciones Unidas, ONU, indique en su Informe anual que México requiere un mecanismo nacional de protección a periodistas.Sin embargo es de no coincidirse, cuando afirma que el organismo que propone debe ser presidido por una autoridad federal que sea capaz de coordinar a las diversas autoridades y órdenes de gobierno.Esa postura es una contradicción, porque el mismo funcionario internacional agrega que debe fortalecerse a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República y a las procuradurías locales, que desde luego son simples entelequias.Muy mal, también, que base su Informe final en verdades a medias cuando afirma, con crítica adjunta, que sólo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, lleva un registro más o menos puntual de las agresiones a periodistas.Finalmente, criticable su aseveración, basada en esas cifras, de que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en el Continente Americano.Desde luego, no sabemos dónde quedó en su oficina el registro puntual de los asesinatos y desapariciones de comunicadores que actualiza constantemente el gremio periodístico organizado del país y que en varias de sus partes no coincide con los registros oficiales.En ese sentido, con el Informe Actualizado Sobre la Situación del Periodismo México, todos sabemos que México ocupa para vergüenza de todos, el vergonzoso primer lugar, no en América, sino en todo el mundo en asesinatos y desapariciones forzadas de informadores.Si coincidimos en su propuesta de asegurar la existencia de medios públicos independientes del gobierno, crear un órgano público independiente de las autoridades que regule radio y televisión, y garantizar que los periodistas no sean víctimas de acoso judicial u hostigamiento jurídico en represalia por su trabajo.Durante la visita que realizaron de manera conjunta La Rue y la relatora especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Catalina Botero, en agosto del año pasado, a la ciudad de México, Chihuahua, Guerrero, Sinaloa y Estado de México, cuando menos en una de las reuniones participamos los representantes de la Federación Latinoamericana Periodistas, FELAP; la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y el Club Primera Plana.De ahí que también extrañe que el relator mencione que sólo ocurrieron 66 casos de asesinatos de comunicadores entre 2000 y 2010, y 12 desaparecidos entre 2005 y 2010, y que muy pocos fueron esclarecidos.En primer lugar, en esos periodos, de acuerdo a nuestro registro puntual, fueron 84 y no 66 los homicidios, el cual toma en cuenta el último colega, Noel López Olguín, sacrificado en Acayucan, Veracruz, y fueron 16 las desapariciones forzadas, 4 fueron encontrados muertos, por lo que 12 permanecen en la incertidumbre de su ubicación.Finalmente, es de recordarle al representante de Naciones Unidas que el fenómeno prevalece por una causa: la vergonzosa y vergonzante impunidad. Ninguno de estos casos ha sido plenamente esclarecido, por tanto, si en verdad se quiere revertir el fenómeno que tiene como propósito único socavar las libertes de prensa y expresión así como el derecho a la información, dejemos el discurso de las medias verdades.Periodista y escritor. En [email protected], [email protected] y [email protected] agradeceré sus comentarios y críticas. Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx