Luisa María
El domingo 31 de julio es la fecha prevista, para que el Partido Acción Nacional defina, en elección interna, a quien será su candidata o candidato al gobierno del Estado.Desde hace meses, el proceso interno en el PAN ha llamado la atención de politólogos, analistas y observadores atentos del ‘caso Michoacán’, por el carácter intenso y singular que han tenido las precampañas en cada uno de los partidos, pero, al mismo tiempo, por lo que parece estar en juego en la contienda constitucional.Fuera de lo mal que terminó la contienda en el PRD y de lo bien que ha administrado su proceso de unidad el PRI, la expectación se ha centrado en lo que pueda ocurrir al interior del PAN, donde Luisa María y Marko Cortés, con visiones diferentes del Estado, litigan su opinión en los medios, procuran convencer a los consejeros y militantes de su partido, explican su propuesta electoral en distintos foros y recorren el Estado para “mover las almas” en el sentido que camina su propia precampaña.Llama la atención, particularmente, la perseverancia y el denuedo con que Luisa María se ha lanzado a buscar la nominación de su partido al Gobierno del Estado, después de que tantos y tan prestigiados panistas (Rafael Morelos Valdés, Luis Mejía Guzmán, el propio Felipe Calderón, Salvador López Orduña, entre otros), con la candidatura a la vista, vieron esfumarse la posibilidad de gobernar Michoacán. Esto quiere decir que Cocoa busca escribir una historia diferente.Por otra parte, que el PAN registre la aspiración de una mujer a una candidatura como esta, en un Estado como el nuestro, es algo que debe reconocerse y endosarse a la imagen de apertura e inclusión que ha construido el panismo de los últimos tiempos.Michoacán no es un Estado fácil, sino todo lo contrario. Lo peor es que haya quien hace de las dificultades una fuente de empleo y, encima, que haya quien lo aplauda.Consecuentar el desorden social y permitir el debilitamiento del principio de autoridad, sólo porque cierto vandalismo representa votos o porque los cánones y prefijos de la ideología indican seguir el manual, son hechos que prueban la visión corta, egoísta y poco generosa que algunos tienen del Estado.Aquí podría estar uno de los epígrafes de la vocación política de Luisa María, en el hecho de que no parecen arredrarla las dificultades, pues avanza con la actitud de quien sabe que los leones de a de veras (los de carne y melena y hueso), son los únicos que pueden dar cuenta de la condición humana, en tanto que los otros –los de gelatina- son perfectamente comestibles.Cuando insiste en que hace falta mayor desarrollo de infraestructura en el Estado, para evitar los cierres de empresas, para detonar la creación de fuentes de trabajo y darle ritmo a la recuperación económica de los michoacanos, pareciera que pone sal en la herida de nuestros males.Igual ocurre, por ejemplo, cuando se refiere a recuperar los espacios públicos para las familias y los ciudadanos, en el contexto de una estrategia de Estado orientada a volver respetables a las personas y su patrimonio, frente a quienes urden la aniquilación o el despojo.En suma, mientras Luisa María parece haberse echado a cuestas la tarea de darle puntos de apoyo a una esperanza colectiva, hay “azules” que sólo parecen azules y, por supuesto, parafraseando a Octavio Paz, también “azules” que se caen de “verdes”.Según se sabe, tuvo buenos recibimientos en todo el Estado, inflamó la autoestima de la “gente sencilla del pueblo” y la encuesta interna reciente, la más reciente, la coloca 21 puntos porcentuales arriba de Marco Kortés.De acuerdo con estos y otros indicadores, Luisa María será, a partir del próximo domingo, la candidata del PAN a la gubernatura del Estado.Calderón, además de apellido, es el superlativo de caldera (caldera grande). Lo que quiere decir que la contienda que viene, probablemente será una hornaza al rojo vivo. Veremos.