Rueda de Molino
Silvano y su nulo oficio político Con marcada anticipación en este mismo espacio, narramos un episodio vivido la noche del 29 de septiembre pasado cuando un grupo de periodistas fuimos convocados a platicar con el entonces candidato al gobierno del Estado por el bloque de izquierda PRD-PT-Convergencia, Silvano Aureoles Conejo. Relatamos entonces que la naturaleza de quien pretendía gobernar a los michoacanos no daba, por más que se esforzara, para convencer con argumentos sólidos que él representaba la mejor oferta y, por el contrario, se empecinaba en perder momentos valiosos en sus eventos proselitistas al lanzar lodo a sus contrincantes, principalmente a Fausto Vallejo Figuera a quien, dicho sea de paso, le faltó al respeto en múltiples ocasiones al excederse en sus denuestos de tipo personal. El castigo que sufrió en las urnas –advertido esa noche a casi mes y medio de los comicios- no debió significar sorpresa alguna para alguien que como Silvano Aureoles había pulsado con antelación el estrepitoso fracaso lo que le movió a “regañar” en múltiples ocasiones a los asistentes a sus mítines a quienes reclamaba airado que “después no vengan con lloriqueos”, “dejen de pensar en el 2012 -AMLO y Marcelo Ebrard- y vengan a ganar antes Michoacán”, “si perdemos Michoacán perdemos México” y otras arengas memorables con que aderezó sus desangeladas concentraciones. Y decimos que él, sin duda, sabía, tenía el pulso, se le había incluso informado, que en todas –sí en todas- las encuestas “patito” y “no patito” el que más rechazo tenía de manera invariable era precisamente Aureoles Conejo, negativos que se acrecentaba –también hay qué decirlo- cuando de calificar al PRD como partido, se trataba. Por eso al conocerse el resultado la noche del domingo electoral, a nadie tomó por sorpresa que la debacle anunciada con tanto tiempo de anticipación, simplemente se concretara. Las llegadas tardes que de manera sistemática hizo en la mayor parte de los eventos durante su campaña, el desgaste natural que calificó el electorado al gobierno de izquierda después de una década de ejercicio en Michoacán, pero sobre todo, el amplio rechazo que supo generar con su arrogancia y pedantería el entonces senador de la República con licencia, formaron parte complementaria entre sí para que se materializara la derrota que sólo los ojos y oídos necios de Silvano Aureoles Conejo, han sido incapaces aún de asimilar como antes de percibir. Por eso no es extraño que en primera instancia –aconsejado por los “Chuchos” pro panistas- saliera a reclamar un “fraude” electoral que según él se había fraguado en las amplias esferas del crimen organizado, aunque nunca ha sido capaz de probar sus dichos ni aportar evidencias que den sustento a los mismos. Y peor aún es escuchar decir a alguien que ya se regresó a seguir cobrando las generosas dietas que se reparten en el Senado de la República, cuando asegura que en este 2012 su partido y los candidatos que enarbolen la “izquierda” en Michoacán van a “recuperar lo que con pistolas y metralletas” les arrebataron en noviembre de 2012. Porque bajo este contexto, es lamentable para los michoacanos en general tener como representante en la Cámara alta a un desequilibrado mental que pretende convencer a todos –como si tuviéramos el cerebro igual de atrofiado que quien delira viendo “misiles, cañones, obuses y lanzallamas” detrás de cada voto emitido por más de millón y medio de michoacanos- que así fue en realidad lo ocurrido en vez de tener un poco de humildad -¿será argentino? con perdón de los chés- y recapitular en los errores cometidos por él y sus compañeros de viaje en esta aventura electoral. Sobre todo porque aun cuando su paranoia es digna de ser atendida por buenos especialistas –tienen para pagarlo con lo mucho que ha recibido en su “sacrificada” carrera de servidor público- ahora se apunta para ir por otra candidatura, pero esta vez como diputado federal, pese a que aún no culmina con la enmienda senatorial. El trapecismo político que es signo de descomposición fecal en las filas del PRD -ahí vemos cómo hacen marrullería y media otras “vacas sagradas” para ser nominadas- sirve eso sí para que los “Chuchos” sigan vendiendo favores a Los Pinos y a toda costa busquen equilibrar (?), hacer contrapeso, al vasallaje que ya anuncia Andrés Manuel López Obrador, en su poco creíble cambio de actitud y patología reconocida. Por todo ello no es de sorprender que Aureoles Conejo cuya candidatura la obtuvo comprando votos y corrompiendo dirigencias locales con dinero de dudosa procedencia –lo que fue denunciado en su oportunidad por los otros contendientes afectados como Enrique Bautista Villegas y Raúl Morón Orozco- ahora se dé el quién vive lanzando carretonadas de estiércol en contra de Leonel Godoy Rangel y el gobierno que éste encabezó durante los últimos cuatro años en Michoacán. Juego de pirotécnica que pretende tomar visos de “valentía” aunque a toro pasado hoy Aureoles Conejo acuse de traición y demás lindezas a Godoy Rangel, olvidando por completo que fue éste quien más votos generó para ambas fórmulas cuando compitieron por un escaño en la antigua casona de Xicoténcatl y, tiempo después, debió desalentar al mejor prospecto –según todas las encuestas “patito” y “no patito”- que crecía por encima del político de poca monta.Debemos recordar que Fidel Calderón Torreblanca se llegó a colocar en poco tiempo por encima del “secilliiiitooo”Aurelos Conejo y bien pudo obtener la nominación a no ser porque el propio mandatario michoacano cuidó al extremo de sacrificar a su amigo y leal colaborador, en aras de no fragmentar al PRD y, sobre todo, evitar que se especulara que había operado una imposición cupular o anti democrática.Y eso, obviamente, también lo conoce a la perfección Aureoles Conejo quien con esa inmodestia que le sienta cual atuendo de roquero de moda, le hace el juego nuevamente a los “Chuchos” en este bien diseñado plan de polarizar y dividir al PRD -lo que quede del partido al menos- para favorecer la causa que desde Los Pinos se alienta en favor de Ernesto Cordero en Michoacán. Dicen que no hay pillo que no sea cínico, por eso es que tampoco deberá sorprender que pronto veamos al gran perdedor de la contienda gubernamental, encaramado en una diputación federal por aquello de seguir hiperlactando del erario público “por el bien de Michoacán”, aunque no sabemos si para entonces le hayan dejado de apanicar las metralletas “uzi”, pistolas, carabinas 30-30, “cuernos de chivo”, rifles, “chinampinas”, “cañones”, “cuetes”, “cuetones”, “palomas”, “buscapiés”, “cebollitas”, “brujas” y demás artefactos que usan pólvora y plomo, o ya desde ahora estará buscando un nuevo chivo expiatorio a quién responsabilizar de su nulo oficio, de su incompetencia política el tal Aureoles Conejo.¿O a poco cree que va a ganar una nueva votación sólo por su agraciado rostro de baladista en decadencia?ENTRE MULA Y MULA…Las acusaciones sin sustento que ha lanzado el perdedor de la contienda gubernamental, provocaron ya reacción entre quienes no están dispuestos a seguir su perverso juego y fue el también aspirante a una candidatura senatorial Mauricio Prieto Gómez, quien sin tapujos recordó que si se perdió la elección referida fue porque Silvano Aureoles no fue capaz siquiera “de ganar su propia casilla”.Luego de calificar al de Carácuaro como “mezquino e ingrato”, quien fue coordinador parlamentario del PRD en la LXXI Legislatura local, conminó a su correligionario a deponer esta actitud y en todo caso “en lugar de actuar con madurez y mirar hacia adelante, no hace más que morderle la mano a quien ninguna culpa tuvo de su derrota”. Para Mauricio Prieto la actitud asumida por el gran perdedor de la contienda del pasado 13 de noviembre es lamentable, así como el hecho que Silvano Aureoles “no sea capaz de reconocer sus propios errores, que fueron finalmente los que lo dejaron en ridículo y cavaron su tumba en el proceso electoral que por cierto aún no concluye”.Por si fuera poco le recordó al propio Aureoles Conejo que fue él quien construyó la estructura que suplantó al PRD y a los demás partidos de izquierda; “¿ya olvidó que él mismo dictaba las líneas políticas y operativas de su campaña al gobierno estatal?”, arengó.Además y basado en los números que resultan fríos y a veces hasta crueles para los derrotados, Prieto Gómez le restregó en el rostro al rehabilitado senador perredista que “tampoco debe olvidar que la mayoría de los municipios en donde triunfaron los abanderados a alcaldes y diputados él fue contundentemente derrotado, al extremo de que fue incapaz de ganar en su propia casilla”. Y ya en este tenor de los números que no mienten, retomó la estadística que señala en el pasado inmediato lo que en los primeros párrafos mencionamos en este despacho: “Cuando Lázaro Cárdenas Batel inició campaña tenía 30 puntos arriba en las encuestas; Leonel Godoy Rangel arrancó con 20 puntos a su favor, en tanto que Silvano Aureoles hizo lo propio pero con 20 dígitos por debajo de Fausto Vallejo Figueroa, lo cual no requiere mayor análisis ni reflexión”.Con esta contundencia numérica, Prieto Gómez exhortó a Silvano Aureoles “a realizar una autocrítica profunda, madura y responsable sobre lo bueno y malo que hizo en la reciente campaña, pero no debe morderle la mano a uno de los más importantes activos del PRD y de la izquierda mexicana, ni darle de patadas al pesebre, es decir, al PRD, el partido que lo postuló, y al que ahora ataca perrunamente”. Y sí, con todo y esto, esos son, esos son los que dicen que van a salvar a la nación, ahora de las “amorosas” manos tabasqueñas de una serpiente disfrazada de paloma de la paz… Vale…