Panóptico
Entre las filas del perredismo michoacano comienza a tomar fuerza la idea de que la contienda por la candidatura del PRD a la gubernatura ocasionará más fisuras que cohesiones internas.Más allá de los gestos diplomáticos y de las buenas intenciones, los protagonistas de esta obra no están interesados en declinar en sus ambiciones y es casi seguro que al menos tres de ellos –Silvano Aureoles, Enrique Bautista y Fabiola Alanís- lleguen al día de la cita con las urnas (26 de junio) más distanciados que nunca.¿Qué utilidad tiene realizar encuestas para saber el posicionamiento de cada uno de los precandidatos, cuando en privado no aceptan el resultado de las mismas con el pretexto de que son únicamente “fotografías de momento” sobre las preferencias electorales?De aquí hasta el día de los comicios internos veremos sin duda una tormenta de descalificaciones, una ráfaga de promesas inconexas y, en especial, un desierto de propuestas serias e integrales sobre lo que se necesita hacer en el estado tras una década poco fructífera de gobiernos perredistas.Si pocos son los michoacanos que conocen la fecha en que se renovarán los poderes políticos en la entidad, como reveló una encuesta mandada a levantar por el PRD, es por la desconexión entre una clase política desgastada y una ciudadanía cada día más incrédula de la función pública.Poco interés ciudadano han concitado hasta ahora las contiendas internas para seleccionar candidatos a la gubernatura, y esa situación amenaza con perpetuarse en caso de que los precandidatos privilegien el ataque y no la esgrima de propuesta e ideas.Si la izquierda michoacana no logra articular una legítima y amplia unidad, estará despidiéndose de la titularidad del Ejecutivo estatal y, con ello, de no coadyuvar a que en los comicios federales del 2012 esa corriente ideológica tenga un papel decoroso.De aquí al 26 de junio veremos cómo Silvano Aureoles y Fabiola Alanís, sobre todo, polarizarán su confrontación y no se cansarán de gritar en todos los lugares que se paren que están a la cabeza de las preferencias electorales.Por el momento se ve muy difícil que tras la cita con las urnas el 26 de junio, el PRD quede cohesionado y con fortaleza para encarar una lucha contra dos partidos –PAN y PRI- que buscarán capitalizar un desgaste de diez años de ejercicio de poder, amén de todas las promesas incumplidas tanto de Lázaro Cárdenas Batel como de Leonel Godoy Rangel.***En Zitácuaro, el ambiente político empieza a calentarse y es cuestión de días para que se tomen decisiones que trazarán la ruta hacia los comicios del 13 de noviembre para renovar la presidencia municipal y la diputación local.Aunque públicamente no se conocen las negociaciones para seleccionar candidatos para ambas posiciones, no hay día en que las cabezas o liderazgos de las agrupaciones políticas intercambien puntos de vista en dicha materia.El proceso que más interés ciudadano despierta es el del PRI, especialmente por ser el partido hegemónico en la demarcación.Hasta la fecha, una mayoría de los militantes del tricolor se mantiene a la expectativa de las decisiones que tome -sobre todo- el priísta número 1 del municipio, el presidente Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela.El joven alcalde aún no define cuál será su futuro político, ni mucho menos a qué político o actual colaborador de primer nivel impulsará para buscar la candidatura del tricolor a la alcaldía zitacuarense.A pesar de que algunos columnistas locales especulan en que el más fuerte aspirante es el diputado Juan Carlos Campos Ponce, lo cierto es que el legislador tiene poco, muy poco, apoyo de los grupos hegemónicos al interior del tricolor.Al todavía integrante de la LXXI Legislatura del Congreso del Estado no se le perdonan muchos desplantes que ha tenido con algunos integrantes de la clase política local, pero sobre todo que votara a favor de medidas que a corto y mediano plazos afectarán al grueso de la población.En conversaciones privadas con líderes de algunas de esas expresiones no se concibe cómo Campos Ponce pretende “vender” como positiva la aprobación de una medida que elevará considerablemente la deuda interna del estado.Si Campos Ponce es el candidato del PRI a la alcaldía, comentaron a este columnista, ese hecho lo capitalizaría al máximo la oposición, sobre todo un PAN que empieza a perfilar como tema toral de campaña la delicada situación financiera que heredará Godoy Rangel a su sucesor.Las mismas fuentes aseguran que las negociaciones o el proceso para seleccionar candidatos deben partir de bases reales, pero sobre todo de que las postulaciones recaigan en los mejores perfiles, en cuadros o militantes que tengan un trabajo social y administrativo firme y sólido, más allá de una imagen mediática.Aunque muchos dudan, en el PRI local todavía no hay nada para nadie y mucho menos ya se hizo una repartición de posiciones a la vieja usanza, como especulan algunos columnistas.Entre los liderazgos existe el convencimiento de que la mejor manera de procesar los múltiples intereses de las corrientes, es como se hizo en el caso del precandidato del tricolor a la gubernatura, Fausto Vallejo Figueroa. Veremos si transitan esa ruta y fortalecen con ello al partido, tanto a nivel municipal como estatal.***Contundentes son las conclusiones a las que llegó la consultora Stratfor en el tema del combate al crimen organizado en México.De acuerdo con la firma texana especializada en temas de seguridad nacional, el nuevo presidente de México difícilmente podrá llegar a un acuerdo con los grupos de la delincuencia organizada para disminuir la violencia en el país.Y es que el factor central de la violencia que sacude a México es la pelea que protagonizan los cárteles. “Esta dinámica significa que aún cuando el Ejército y la Policía Federal redujeran sus operaciones contra las actividades de contrabando de drogas, la guerra entre ellos continuaría”,Además, la forma en que los cárteles se han reconfigurado en los últimos diez años convierte a la tarea de pactar con ellos en una imposibilidad.Así las cosas, cualquier político que llegue a la presidencia en el 2012 no tendría otra alternativa más que la de seguir las políticas de Calderón.El estudio de Stratfor es serio, riguroso y esperemos que abone al debate sobre la estrategia del mandatario mexicano para abatir el accionar del crimen organizado.